ANTECEDENTES: Ha sucedido en un pueblecito al sur de la provincia de Alicante. Allí, en una casa aparentemente normal ubicada en medio de la huerta, existía un auténtico zoológico privadozoológico privado para uso y disfrute de sus propietarios. El mismo llegó a albergar a primates, leones, tigres y pumas con el permiso del gobierno autonómico y el beneplácito del ayuntamiento correspondiente ¡Ver para creer!

VÍCTIMAS: Cada uno de esos animales que, unos comprados y otros cedidos, pasaron la mayor parte de sus vidas en pequeñas y tristes jaulas sin que nadie dijera nada. Ellos son las verdaderas víctimas de esta historia.

RESPONSABLES: Todos aquellos que, conociendo la situación, no movieron un solo dedo para impedirlo y prefirieron mirar hacia otro lado. Para empezar, la familia que decidió llenar de animales sus jaulas. Para continuar, los gobiernos autonómicos y locales que les respaldaron otorgándole los correspondientes permisos. Y, para finalizar, el gobierno de España que, esté quien esté al frente, sigue sin crear centros e infraestructuras que puedan acoger a aquellos animales salvajes que lo necesiten. Fíjense que, todo lo ocurrido con los primates huidos, se podía haber evitado. La familia que los tiene llevaba meses pidiendo un lugar donde dejar esos macacos pero nadie se hace cargo de ellos. Al fin y al cabo, los pocos centros de rescate existentes son privados y no tienen sitio. Están saturados. Por eso, si se quiere proteger a los animales hay que crear infraestructuras para ellos. Todo lo demás es sólo postureo.

NOTICIAS DE LOS ANIMALES A DÍA DE HOY: Ninguna. En realidad, lo único que sabemos es que los tres macacos japoneses que se escaparon de la casa hace ya más de un mes, siguen sueltos. Hay personas que los han visto nadando por un río cercano, otras afirman habérselos encontrado buscando comida en la basura de un restaurante cercano. Los animales están enfermos y, aunque no es fácil, pueden llegar a contagiar enfermedades. Sin embargo, a nuestras distinguidas autoridades todo parece darles de igual. De momento, pese a conocer el caso ninguna administración ha querido darlo a conocer hasta que el escándalo ha estallado. Han guardado un silencio que les hace cómplices de lo que ocurra y del que tendrán que responder ante la justicia. NO es un juego. En estos momentos, la vida de esos tres animales está en juego.