Tú eres un ser humano. Afortunadamente la forma de tu cuerpo te coloca en una posición de superioridad. Pero tu vida podría haber sido muy distinta si hubieses sido un animal... siendo aún un niño te podrían haber separado de tu familia y encerrado el resto de tu vida en la más absoluta soledad. Tendrías que cumplir la peor de las condenas, sin haber hecho absolutamente nada para merecerlo. Te pasarías toda tu vida intentado entender la razón por la que has de pasar 42 largos años solo, encerrado y con las necesidades básicas características de tu especie sin cubrir y, lo que es más importante, sin amor. Entonces sabrías lo que es sentir que tu cabeza va a explotar. Estar triste, nervioso, sentir permanentemente miedo y ansiedad... te parece insoportable, y no sabes cómo pero cada día aguantas, hasta que por fin llega el final. Ya que lo que para otros es vida, para ti se ha convertido en muerte, y lo que para otros es muerte para ti significa vida... porque por fin tu sufrimiento parece que va a acabar.

Esos seres que te han encerrado y maltratado, que te han condenado a vivir únicamente acompañado de tu propia pena, acuden cada día a verte y se divierten mientras tú los miras incrédula, ajenos a tu dolor. No entiendes por qué vuestras vidas son tan diferentes. Si pudieses hablar se lo explicarías. Les transmitirías el dolor que para ti significa haber pasado toda tu vida, sufriendo día y noche, deseando que llegue el final. Intentarías hablar con esos niños, para protegerles de la violencia que supone participar en este tipo de tortura... Les hablarías de la importancia del amor...

Ponte por un momento en el lugar de esa mirada suplicando ayuda y comprensión, piensa tan sólo por un instante que podrías ser tú. Elige y decide si quieres participar en su dolor.

Nota: Dedicado a Flavia, la elefanta que la semana pasada falleció en un zoo. Con todo mi cariño y mi respeto, espero que por fin puedas descansar y conocer el significado de la palabra paz, esa que te han arrebatado de una manera tan cruel.