Todos sabemos que desgraciadamente, los animales son explotados para beneficio del ser humano a diario. Pero lo de explotarlos con fines navideños ridículos y absurdos, que generan un maltrato y un estrés extremadamente grave en los animales, bajo la irresponsabilidad e inexistente ética y empatía, por parte de determinados alcaldes, y en definitiva de las administraciones y ayuntamientos, es absolutamente incomprensible e intolerable.

Ejemplos gráficos de esta demostración de comportamientos absurdos y negligentes son por ejemplo, los ayuntamientos que han decidido utilizar animales exóticos como elefantes en sus cabalgatas de Los Reyes Magos. Animales que serán sometidos a un estrés extremo, provocándoles un elevado sufrimiento, pero que también puede ser un peligro para el propio público. Estarán rodeados de personas que ajenas a su sufrimiento, se divertirán viendo ese maltrato y aprendiendo que los animales están para utilizarlos y explotarlos.

También otros ayuntamientos ponen belenes vivientes, con animales atados a la intemperie y donde incluso con los temporales de estas fechas, podemos ver en imágenes completamente empapados y con un sufrimiento tan innecesario como grave.

¿Pero qué importancia tiene eso si una persona puede ver un belén con un burro y un rebaño? ¿En qué tipo de sociedad vivimos? ¿Qué estamos enseñando a los niños? ¿Y sobre todo, a quienes estamos votando?

Basta ya de maltratar a los animales impunemente, de forma absolutamente innecesaria y además, con el rechazo evidente de la mayor parte de la sociedad. Que porque unos cuantos políticos que se quedaron en las cavernas, quieran seguir haciendo lo que les da la gana tanto con los animales, como con la sociedad en general, se les permita poner freno a la evolución de la conciencia y la empatía, tan necesarias para acabar con la violencia en general, no tiene ningún tipo de lógica ni de sentido. Debemos impedirlo para que los comportamientos éticos y las conductas respetuosas tanto con nosotros mismos como con los demás, ganen la partida a la violencia, ya que las consecuencias de lo contrario son tan graves, que deberían estar controladas y reguladas dentro de lo legal.