Las redes sociales están sirviendo para poder denunciar y detener a personas que cometen todo tipo de delitos. Uno de ellos ha sido el pelotari vasco que arrancó la cabeza a un gallo vivo de un bocado, que deberá enfrentarse ahora a una multa de 30.000 euros y una posible pena de cárcel. La acción de cómo se produjeron los hechos fue colgada en las redes haciendo apología de un hecho que, en sí mismo, es un grave delito. Evidentemente, maltratar a un animal es un crimen pero, si encima se hace para presumir delante de los amigos lo es doblemente.