Existe un lugar en Escocia en el que, desde hace más de cincuenta años, los perros acuden a suicidarse. Para los animales, sin duda, es uno de los lugares más tristes y negros de todo el planeta. Para muchas personas, también.

Se trata del famoso puente de Overtoun. Un sitio singular y maldito desde el que, solo el año pasado, saltaron al vacío más de una docena de perros. En realidad, los hechos comenzaron a producirse en 1950. Fue entonces cuando, por primera vez, se constató cómo numerosos animales acudían hasta este lugar situado al noroeste de Glasgow y se arrojaban al río muriendo ahogados en el mismo. Ni que decir tiene que, rápidamente, comenzaron a circular todo tipo de teorías al respecto.

Muchos encontraron la explicación en el mundo paranormal. Uno de ellos fue Paul Owens, pastor protestante y profesor de filosofía y religión que, en su libro «The baron of Rainbow Bridge», argumentó que el espíritu de una mujer asesinada en un lugar cercano tiene la culpa de todo. «La Dama Blanca de Overtoun», le llama. Otros, por el contrario, se inclinan más por responsabilizar al fantasma de un chico que murió en extrañas circunstancias en el mismo lugar. Está claro que, como argumentos para una película de miedo, ambos no tienen precio.

Sin embargo, ha tenido que ser la sabiduría popular de otro pastor, pero éste de ovejas, el que ha aportado una razón algo más terrenal y lógica que, recientemente, ha sido recogida por «The New York Times». Verán, resulta que el mismo lleva viviendo veinte años en una casa situada al lado de dicho puente. A lo largo de este tiempo, el pobre ha tenido que ver cómo decenas de perros se tiraban al vacío desde el allí, incluidos algunos suyos. Para él, el asunto está claro. La culpa de todo la tiene algún olor que les llega desde abajo y, probablemente, piensa que es el de los visones cuando marcan su territorio. Eso explicaría que la mayoría de perros sean de caza.

Sin embargo, aún quedarían cosas sin aclarar como, por ejemplo, por qué todos se lanzan siempre en el mismo sitio y lateral. No se sabe. Lo verdaderamente cierto es que el único animal que pierde el instinto de supervivencia y es capaz de acabar con su vida es el humano. A partir de ahí, ¿quién sabe qué puede estar ocurriendo allí?