Una ballena con una bolsa de basura de 100 kilos en su estómago. El cadáver del animal apareció varado entre redes de pesca, plásticos y basura de todo tipo. El suceso ha ocurrido en la isla de Harris, en Escocia. Sin embargo, no ha sido una sorpresa. Desde hace tiempo varias ONG venían denunciando el altísimo nivel de contaminación existente en las aguas que rodean la misma, pero las autoridades, como siempre, no parecían darse cuenta de la gravedad del tema. Quizás con esta muerte y todo lo que rodea la misma, por fin comprendan que hacer del mar un vertedero es el principio del fin. En cualquier caso, si no aprenden con la que nos está cayendo ahora, no aprenderán jamás.