La primavera nos regala linces. Afortunadamente, la vida sigue ganando batallas. Pese al Covid-19, la naturaleza se abre paso estos días en forma de cachorros. Varias linces ibéricas en el parque nacional de Doñana han parido a sus crías y han llenado el centro de recuperación del Acebuche de lloros y gemidos. Los animales han visto la luz dentro del programa de cría Linx ex-situ. De momento, tenemos ya constancia del nacimiento de una decena de cachorros en el centro pero se espera que sean muchos más. Cada uno de esos cachorros constituye una esperanza para una especie que se encuentra en peligro de extinción desde hace años. La construcción, el turismo, la caza furtiva y los atropellos en la red de carreteras que envuelven el parque son algunas de las causas principales de su desaparición.