Con los animales no se juega. Una firma catalana especializada en la venta de juguetes ha sido condenada por un juzgado penal de Barcelona por un delito contra la fauna protegida. La empresa se dedicó a comercializar un crustáceo milenario que lleva más de 200 millones de años sobre el planeta. Se trata de una especie autóctona y protegida, conocida como «triops cancriformis», que puede hallarse en el fondo de charcos y lagunas. Su forma recuerda a la de una pequeña tortuguita y la ley, evidentemente, prohíbe tanto cazarlos o capturarlos como comercializarlos. Sin embargo, fueron vendidos en el interior de un juego que ofrecía la posibilidad de jugar con fósiles vivos, lo que ha acabado en condena. Ver para creer.