Los zoos, en crisis. Hace unos meses algunos parques zoológicos pidieron ayuda. Si lo recuerdan, el confinamiento obligó a cerrar sus puertas. Los ingresos durante ese tiempo fueron nulos mientras que los gastos siguieron siendo los mismos. Alimentar a los animales, cuidarlos o limpiar las instalaciones no podía dejar de hacerse. Tras ese período llegó la temporada de verano y, de nuevo, pudieron abrir sus puertas. Sin embargo, la campaña de este año no funcionó como la de otros. La gente los visitó con cuentagotas. Es normal. La crisis sanitaria y la económica fueron de la mano. El objetivo ahora es resistir. La despensa está vacía y los gastos continúan. Se esté de acuerdo o no con los mismos, lo más importante es no olvidar que, en el interior de ellos, viven muchos animales y hay que protegerlos.