Los facultativos proporcionaban documentación falsa a animales que, procedentes de América, Asia, África y Oceanía, llegaban a España víctimas del tráfico ilegal de especies. En total, 21 personas fueron detenidas en toda la operación y más de 300 especies fueron incautadas, entre ellas un buen número de tortugas gigantes traídas de China con un valor en el mercado cercano a los 30.000 €. En estos momentos se está estudiando dónde pueden ser definitivamente depositados los animales. Como siempre, la falta de centros de rescate oficiales y los nulos medios pueden acabar truncando el final feliz que merecían los animales protagonistas de esta historia.