Conocen el cuento de los músicos de Bremen? Se trata de una historia en la que varios animales maltratados, se unen al grito de: «¡Siempre podrás encontrar fuera, algo mejor que la muerte!». Así, uno a uno, van huyendo de esos dueños que les daban tan mala vida, camino de un mundo mejor.
Me lo contó un compañero. Eran las 10 de la mañana de cualquiera de esos albergues de animales abandonados que subsisten como pueden en España. La gente comenzaba a llegar hasta sus puertas esperando la apertura de las mismas. Unos buscaban perros o gatos para adoptar. Otros querían dejarlos mientras el teléfono no dejaba de sonar. De pronto, una llamada consiguió paralizarlo todo. Se trataba de alguien que pedía ayuda. Se había encontrado un perro ahorcado.
Minutos más tarde, enviaron un vehículo hasta lugar de los hechos donde les esperaba la persona que les había llamado. Se trataba de una especie de almacén medio derruido. Me contaron que al entrar, el olor a descomposición impregnaba el macabro espectáculo. Sobre una rama, colgado sin vida, oscilaba el cuerpo delgado de una pobre galga.
Tras soltarla y recoger sus restos, decidieron llevarla hasta el centro donde el veterinario que les esperaba, tras verla, sólo pudo redactar un informe:
«Sexo: hembra. Raza: Galga. Edad: 2 años. Motivo de la muerte: Asfixia por ahorcamiento. Descripción: Le colocaron un lazo sobre el cuello y utilizaron una rama como polea. Gritos, convulsiones, temblores, dolor. 5 minutos después, la vida le abandonaba y su cuerpo se balanceaba muerto sobre la cuerda. Fin».
Entonces, tras escuchar la historia, recuerdo aquel famoso cuento de los hermanos Grim, el de los músicos de Bremen y maldigo la suerte de aquella pobre perra que desgraciadamente no llegó nunca a poder huir. Todo lo contrario. Sumisa y confiada dejó que su dueño atara su cuello para siempre a una muerte segura.
