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SI ELLOS HABLARAN

¿Ayudarías a salvar a 30 millones de animales?

Algunos conductores aceleran cuando ven que se cruza un animal en su camino un gato o un conejo. Una nueva ley contra el atropello de animales intentará evitarlo, sin embargo, su eficacia dependerá de cada uno de nosotros.

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Cinco millones de mamíferos, principalmente perros y gatos, doce de aves, cuatro de reptiles y nueve de anfibios mueren atropellados cada año en nuestro país. Lo mismo ocurre con nuestras especies protegidas. Durante el 2021 un centenar de linces ibéricos correrán idéntica suerte.

El peligro es también para las personas. Cada año se producen 25.000 accidentes de tráfico por cruce de animales, con el resultado de 1000 heridos y más de una decena de fallecidos.

Para luchar contra este problema, se ha creado una comisión de seguridad vial en el Congreso y se ha elaborado una proposición de ley que, este mismo año, va a ser aprobada. Además, se ha encargado a la Estación Biológica de Doñana que realice la mayor recogida de datos llevada a cabo jamás para saber dónde, cuándo y porqué se producen estos accidentes. La idea es identificar claramente los puntos negros de nuestras carreteras para alertar a los conductores del peligro que existe y, si es posible, intentar redirigir la fauna para que no cruce por los mismos y lo haga por zonas de paso protegidas para ello.

A la vez, varias de nuestras empresas tecnológicas están trabajando en métodos que sumen en este sentido. A las famosas vallas de gran efectividad porque evitan un 80 % de los accidentes pero causan también un impacto medioambiental por su efecto barrera, se suman métodos alternativos como el de los olores y feromonas que, usando la orina de algunos depredadores, alejan la presencia de otros animales. También se están probando sistemas de luces con sensores de infrarrojos que avisan a los conductores de la presencia de animales o, al contrario, sistemas de ultrasonidos que alertan y espantan a los animales porque se activan cuando la luz de los coches refleja en estos o, si van instalados en los vehículos, cuando éstos superan cierta velocidad.

Este tipo de señalización no es ciencia ficción. Ya están instalados y funcionando en carreteras españolas para la protección de todos, reptemos, volemos, caminemos a 4 patas o lo hagamos sobre confortables vehículos a 4 ruedas.

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