El fus, síndrome urológico felino, es una obstrucción urinaria muy común en los gatos machos, cuya probabilidad de padecerlo aumenta si, además, están castrados. Eso no quita que esterilizarlos sea bueno por otros motivos. Se produce por depósitos de distintos minerales en la uretra y es muy molesto para el gato. Lo podemos detectar porque acude a menudo al arenero pero sólo es capar de orinar unas gotas, a veces con sangre. En el fus la prevención es un factor clave. Controlar que nuestro gato beba agua con frecuencia y alimentarlo con un pienso adecuado que impida la formación de cálculos y mantenga la orina con un PH adecuado, ayuda mucho. En cuanto comienzan los signos del fus hay que tratarlo, ya que hace que la vejiga aumente de tamaño con riesgo de romperse. Además, produce una paralización de los riñones lo que conduce a una insuficiencia renal que puede suponer la muerte del animal.
Mi gato se llama Rus porque es un gato de raza ruso. Lo tengo súper cuidado y, por supuesto, esterilizado. El problema es que cada dos por tres tiene fus, lo pasa muy mal y tengo que llevarlo a la clínica para que le curen. ¿Podríais aconsejarme sobre cómo evitar el fus o al menos prevenirlo?
Luz verde
Se abre en la India el primer hospital para elefantes. Las instalaciones se encuentran en el interior de un santuario de la ONG Wildlife SOS. Nada más abrir sus puertas, el centro ha acogido ya a 23 elefantes necesitados de ayuda.
Luz roja
Las selvas y parajes naturales de América Latina, con toda la fauna que en ella vive, conforman las localizaciones más amenazada de todo el planeta. Brasil, Colombia y México son las que peor paradas salen. La mano del hombre sigue estrangulándolas.
La penúltima denuncia
Animales expuestos como reclamo. Algunos establecimientos dedicados al ocio siguen usando animales para atraer clientes. La primera vez que se dio a conocer un caso de éstos sucedió hace años. Por aquel entonces, se hizo público que, a determinadas horas concretas, un pub mostraba como alimentaba a las serpientes que tenía en terrarios instalados en su interior. Desde entonces hasta ahora, no ha parado de denunciarse establecimientos que realizan prácticas de este tipo. El último ha sido en Cataluña. Agentes Medioambientales han clausurado recientemente varios restaurantes que tenían tortugas leprosas, una especie autóctona protegida, como reclamo. Desgraciadamente, no será el último caso que se dé a conocer.
