DERECHO ANIMAL

¿Perros de casa o de cazadentro de la ley?

Raúl Mérida

Raúl Mérida

La incompetencia, a menudo, sólo sirve para crear estériles debates. Un buen ejemplo es el proyecto de ley nacional de bienestar animal que no gusta a casi nadie y para cuya redacción, por no contar, ni siquiera se ha contado con los veterinarios.

A día de hoy, la ley ha generado debates que, lejos de solucionar nada, sólo ha conseguido enfrentar a todos. El último ha sido el que se refiere a si deben estar o no incluidos en la nueva ley los perros de caza. De entrada, que una ley no tenga suficiente flexibilidad como para hacerlo, deja bien claras las lagunas y torpezas cometidas en su confección.

El PSOE ha dicho a su socio de gobierno que la apoyará para todos los perros salvo los de caza. Unidas Podemos, autora de dicha ley, ha aceptado que no se aplique la misma a los perros cuando cacen, pero sí cuando estén en sus casas. Sin embargo, no es tan fácil de resolver ¿Cómo regular en ese caso las rehalas de perros? ¿Alegarán algunos que sus perros siempre están cazando?

El gran problema que sufre la protección de los animales en nuestro país, es que está siendo rehén, más que de las ideologías, de los caprichos. Igual que un puente no se construye de una forma u otra dependiendo de a qué partido vote el ingeniero, tampoco es posible que a los animales se les aplique una u otra solución, dependiendo de quién gobierne en ese momento. Por eso y antes de aprobar una ley electoralista que, como siempre, no proteja a los animales, es necesario escuchar el criterio técnico y científico e incorporarlo a la norma. De esa forma, dotaremos de sentido común y eficacia a la misma.

Una ley nacional de protección animal es muy necesaria, sí, pero que nadie se aproveche de eso para hacer un encorsetado panfleto en el que, por no caber, ni siquiera quepan todos los animales que se quieren regular en la misma.