El Papa nombra al ultraconservador Munilla obispo de San Sebastián

El nombramiento del ultraconservador José Ignacio Munilla como nuevo obispo de San Sebastián en sustitución de José María Uriarte desató ayer la polémica en el País Vasco. Nacionalistas y socialistas mostraron ayer sus reparos ante el nuevo prelado y tan sólo el PP valoró positivamente la decisión del Vaticano.

El más crítico fue el presidente del PNV, Joseba Egibar, para quien esta designación se enmarca en una estrategia para "despersonalizar" y "desarraigar" la Iglesia vasca porque tiene "excesiva personalidad". Egibar aseguraó que tanto Munilla como el cardenal Antonio María Rouco Varela más a la derecha sólo tienen "la pared". "No hay nada más a la derecha", apostilló.

Algo más conciliador se mostró el secretario general de Eusko Aldartasuna, Peio Urizar, que, no obstante, consideró que la llegada de Munilla "puede llevar a un mayor distnciamiento entre la Iglesia y la sociedad". Igualmente, para el portavoz del PSE-EE, José Antonio Pastor, el nuevo prelado "puede provocar algún que otro roce" con la Iglesia vasca aunque, aseguró, se trata "de algo que ya habrá valorado el Vaticano".

Tan sólo el PP recibió la noticia con satisfacción porque, a su juicio, Munilla "va a conseguir de una vez por todas que desaparezca cierta ambigüedad que la Iglesia, concretamente en Guipúzcoa, ha mantenido respecto a ETA y las víctimas", según dijo el secretario general de la formación en esta provincia.

José Ignacio Munilla era hasta ahora obispo de Palencia y ha destacado por introducir el uso de las nuevas tecnologías o de los cómics para hacer llegar los mensajes del ala más conservadora de la Iglesia a los jóvenes. Su predecesor, José María Uriarte, ha sido todo un referente de la identidad de la Iglesia vasca.