El expresidente de Baleares y exministro Jaume Matas es el cuarto dirigente autonómico de la democracia que ha sido condenado por los tribunales, de un total de nueve expresidentes que se han sentado en el banquillo por distintos motivos, en su mayoría por prevaricación y malversación de fondos públicos.

El tribunal de la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Palma ha hecho pública este martes la sentencia contra Matas, que le condena a seis años de cárcel por un delito de fraude a la administración, un delito de falsedad en documento oficial, un delito de falsedad en documento mercantil, un delito de prevaricación en concurso con un delito de malversación y un delito de tráfico de influencias agravado.

Antes que Matas, el expresidente de Navarra entre 1984 y 1991, Gabriel Urralburu (PSOE), fue condenado en 1998 dentro de la conocida como 'trama navarra del caso Roldán'. La Audiencia Provincial le condenó a 11 años de prisión por el cobro de comisiones millonarias a empresas constructoras en la adjudicación de obras públicas.

Por su parte, el expresidente cántabro Juan Hormaechea dimitió en 1994 tras ser condenado a seis años de cárcel y 14 de inhabilitación por un delito de malversación de casi tres millones de pesetas y otro de prevaricación. También fueron condenados tres de sus consejeros.

José Marco, expresidente socialista de Aragón entre 1993 y 1995, fue condenado a 13 meses de prisión y seis de inhabilitación, además de una multa de 75.000 pesetas, por malversación de caudales en el conocido como 'caso del sillón': Marco instaló en su casa, falsificando la factura, un sillón de cuero cuando era presidente de la Diputación Provincial de Zaragoza.

Juzgados, pero absueltos

Por lo demás, otros cinco expresidentes de comunidades autónomas han sido juzgados por diferentes motivos, pero finalmente fueron absueltos. El caso más reciente es el del valenciano Francisco Camps por la conocida como 'causa de los trajes' dentro del caso Gürtel.

El navarro Javier Otano (1995-1996) por el 'caso Roldán', el mismo que su antecesor Gabriel Urralburu; el balear Gabriel Cañellas (1979-1995) por prevaricación y cohecho; el murciano Carlos Collado (1984-1993) por prevaricación y malversación de fondos; y el vasco Juan José Ibarretxe (1999-2009) por un delito de desobediencia por reunirse con Batasuna durante la tregua de ETA de 2006, son otros casos de expresidentes que se han sentado en el banquillo.