Los exsecretarios generales del PP Javier Arenas y Francisco Álvarez-Cascos han negado hoy que en el partido haya habido movimientos de dinero en B, rechazando así la supuesta contabilidad opaca del partido, aunque han reconocido que por su parte no había un control de las donaciones porque creían que eso era competencia del tesorero.

En sus declaraciones ante el juez, los dos han negado haber percibido el dinero que figura en los apuntes contables del extesorero Luis Bárcenas y que todo lo que han recibido del PP lo han declarado a Hacienda, han informado hoy fuentes jurídicas.

Han manifestado no obstante que por su parte no había un control de las donaciones de empresarios contratistas para no vulnerar la Ley de Financiación de Partidos y la Ley de Régimen Electoral porque entendían que esa era labor del tesorero.

Según ha asegurado Gonzalo Boyé, uno de los abogados de la acusación particular presente en la toma de declaraciones en la Audiencia Nacional, parece que había un "acuerdo" entre los dos exdirigentes del PP, pese a encontrarse ahora e partidos distintos.

Álvarez-Cascos ha permanecido dos horas declarando ante el juez Ruz, que instruye esta causa como una pieza separada del "caso Gürtel", y Arenas lo ha hecho posteriormente durante una hora y media. Según los abogados de la acusación presentes en sus comparecencias, la frase más repetida por ambos ha sido la de "no recuerdo" y sobre los sobresueldos han utilizando fórmulas indirectas como "no tengo constancia" o que siempre han tributado por todo lo obtenido.

Sobre el control de las donaciones, las mismas fuentes señalan que tanto Álvarez-Cascos como Arenas han reconocido que no existía mecanismo alguno para hacer cumplir lo señalado en la Ley de Financiación de partidos políticos de 1987 o la de Régimen Electoral General de 1985, señalando que el competente para ello era el tesorero, es decir Lapuerta, y que nunca preguntaron si dicho control existía de algún modo.

Las dos normas señaladas obligaban a que los partidos políticos controlaran el importe de las donaciones anuales, que no se efectuaran por contratistas de la administración y que se registrara la identidad de los donantes anónimos. Los dos exsecretarios generales citados habrían reconocido que ese control nunca se llevó a cabo.

A su juicio, ambos han mantenido "una versión oficial que no ayuda a nada", coincidiendo en negar "en todo momento cualquier virtualidad probatoria de los papeles de Bárcenas". Y cuando se les preguntaba por algo concreto optaban por decir que no recordaban. "La frase más repetido por parte de Arenas y Cascos ha sido 'No recuerdo'. La memora tiene esas cosas", ha comentado. En cuanto a la cita que Bárcenas mantuvo con Arenas y el presidente Mariano Rajoy, el exministro ha contestado que fue una reunión "básicamente amistosa".

Arenas ha rechazado, alegando que él no se expresa en esos términos, que fuera cierto lo declarado el pasado 15 de julio por el extesorero Luis Bárcenas cuando explicó que al liquidar esa supuesta caja B, le entregó en marzo de 2010 el "remanente" de 4.900 euros y éste le dijo: "Chico, cógelos, los metes en un sobre y se los dejas al presidente y el sabrá lo que tiene que hacer".

Álvarez-Cascos sí que ha admitido que entre 1990 y 1993 compatibilizó su cargo como secretario general con el de tesorero hasta la llegada a ese cargo del también imputado Álvaro Lapuerta. Al ser preguntado por las acusaciones por los supuestos sobresueldos que presuntamente percibió cuando ya era ministro, lo que vulneraría la Ley de Incompatibilidades, el juez le ha permitido que no contestara a esas cuestiones para evitar incriminarse.

Al no reconocer nada de lo apuntado en los denominados "papeles de Bárcenas", ni Álvarez-Cascos ni Arenas han admitido la existencia de entregas por parte de empresarios y tampoco ningún pago, como son los referidos a trajes para el actual presidente del partido y del Gobierno, Mariano Rajoy. A lo largo de su declaración, se ha permitido al líder de Foro Asturias que consultara unos documentos que había traído de fuera, entre los que se encontraban papeles sobre la contabilidad del PP remitida al Tribunal de Cuentas.

Aunque no ha querido hablar del contenido de su declaración ante el juez que investiga el llamado "caso Bárcenas", Arenas ha asegurado sonriente que ha ido "muy bien" y ha contestado a todas las preguntas que se le han planteado.

"Vas a acabar en Soto del Real", le ha gritado uno de los ciudadanos que se han concentrado todo el día ante la Audiencia Nacional con motivo de las citaciones del juez Ruz a dirigentes del PP de la última década.

El líder de Foro Asturias y ex secretario general del PP, Francisco Alvarez Cascos, citado este martes a declarar como testigo en el caso de la supuesta contabilidad B del PP, abandonó la Audiencia Nacional sin hacer declaraciones a la prensa y protegido por la Policía, que le acompañó hasta el coche que le esperaba.

Durante los casi 50 metros que separan la sede judicial del Paseo de Recoletos, Cascos fue caminando despacio en silencio, escuchando las decenas de preguntas que le formulaban los periodistas pero sin hacerles ni el menor gesto.

Los agentes le rodeaban para protegerle mientras una o dos personas que presenciaban su recorrido, de entre los que se han concentrado este martes en la sede de la Audiencia, le llamaban "chulo" e "hijo de...". Llegó después al coche que le esperaba y se subió sin pronunciar palabra alguna.