El ordenador portátil de Alfonso Basterra, el padre de la menor Asunta cuyo cadáver fue localizado en una pista forestal de Teo en septiembre, fue enviado el pasado viernes a laboratorio científico de la Guardia Civil en Madrid -según informó ayer TVE- donde se comprobará si existen restos de ADN para determinar quien pudo dejarlo en la casa del imputado y si fue manipulado su disco duro.

Expertos telemáticos de la Guardia Civil examinarán minuciosamente el dispositivo para comprobar si tiene archivos que ayuden a esclarecer el crimen, aunque existe la posibilidad de que hayan sido borrados. En ese supuesto, la informática forense permitiría casi con total seguridad recuperar la información. El peor de los casos es que alguien hubiese cambiado el disco duro del portátil, lo que supondría la pérdida de toda la información. Lo único que se podría corroborar es la manipulación al determinar que el disco no es el original.

Por otra parte, según el sumario del caso Asunta y las investigaciones de la Guardia Civil, supuestamente la niña santiaguesa habría sufrido cuatro intentos de asesinato antes del 21 de septiembre, cuando se produjo su muerte.

El primero de los episodios se produjo la madrugada del 5 de julio cuando un hombre vestido de negro intentó asfixiar a la menor cuando dormía en casa de su madre. A la mañana siguiente la niña envió más de 20 mensajes a una amiga en los que confesaba que la habían intentado matar.

Tras este suceso supuestamente es cuando le comienzan a suministrar el sedante Orfidal. Concretamente en el mes de julio sufre dos episodios de intoxicación que se conocen por los testimonios de dos profesoras de la escuela de música a la que asistía la niña, que aseguraron que acudía a clase "aturdida y muy mareada".

El tercer intento supuestamente se produjo el 18 de septiembre, tres días antes de su muerte.

El titular del Juzgado de Instrucción Número 2 de Santiago, José Antonio Vázquez Taín, retoma hoy la toma de declaraciones a testigos en relación con el caso.