El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, se ha comprometido hoy a que en 2015 se apruebe "un nuevo Estatuto de los Trabajadores que sea una carta de derechos laborales, y no un catálogo de precariedad laboral, que es en lo que lo ha convertido el Partido Popular con su reforma laboral".

En declaraciones a los periodistas antes de participar por las calles de Valencia en la manifestación con motivo del Primero de Mayo, el dirigente socialista se ha mostrado convencido de que el 24 de mayo se abrirá una nueva etapa que "regenere la democracia" y que apruebe ese nuevo Estatuto de los Trabajadores.

Sánchez ha indicado que el 1 de mayo es un día "para el recuerdo", ya que 454 personas fallecieron el año pasado "en el tajo" como consecuencia de la siniestralidad laboral, por lo que ha enviado a sus familiares y amigos "el mayor de los recuerdos y de la solidaridad".

También ha considerado que es "un día para la denuncia", pues más de 5 millones españoles están "sufriendo el desempleo", los tipos de contratación en el último año propician que 9 de cada 10 contratos sean temporales y tengan una duración media de 54 días, y uno de cada cuatro trabajadores en España tienen contratos que duran "menos de una semana".

Sánchez ha denunciado además que la reforma laboral ha hecho retroceder los niveles salarios "a los años 90", de manera que uno de cada cuatro trabajadores cobra 648 euros al mes, el salario mínimo interprofesional.

Por ello, ha considerado que 2015 "va a ser el año del cambio seguro", en el que los españoles apostarán "de manera mayoritaria por gobiernos que trabajen para la mayoría" y aboguen por una recuperación económica "justa".

Asimismo, ha considerado que los españoles apoyarán gobiernos que "apuesten por el 90 por ciento de la población" y no se limiten "al 10 por ciento más pudiente, que es lo que hace el PP con sus políticas".

Sánchez ha agradecido la "hospitalidad" de los valencianos y se ha mostrado convencido de que "muchísimos trabajadores" de la Comunidad Valenciana quieren "un nuevo Estatuto de los Trabajadores que recupere muchos derechos perdidos" en la reforma laboral.

Dejar gobernar en Andalucía

Por otra parte, el secretario general del PSOE ha pedido hoy Podemos, Ciudadanos y a "todas las formaciones políticas que han perdido las elecciones, dejen que se pueda formar un gobierno en Andalucía".

Sánchez, quien ha participado en Valencia en la manifestación del Primero de Mayo, ha manifestado a los periodistas que "lo importante es que se garantice la gobernabilidad de Andalucía", y ha considerado que los andaluces "han sido claros en su veredicto en las urnas: quieren que gobierne el Partido Socialista Obrero Español".

"Yo espero que sea así la próxima semana y que Susana Díez sea la próxima presidenta de la Junta de Andalucía, porque es lo que quieren los andaluces", ha concluido el dirigente socialista.

No valora la crisis política en Podemos

Pese a ser preguntado por ello, Pedro Sánchez ha explicado que respeta y no entra a valorar la "crisis política" de Podemos, sino que se queda más con las propuestas que plantean, y escuchar a dirigentes de ese partido "defender la amnistía fiscal en Grecia no es de izquierdas".

Sánchez ha señalado al ser preguntado por los periodistas sobre si beneficia al PSOE la dimisión del cofundador de Podemos, Juan Carlos Monedero, que no lo ve "en esa clave, en absoluto".

El dirigente socialista ha insistido en que son "muy respetuosos con las crisis políticas que puedan tener otros partidos", y que lo que le "preocupa" es "haber escuchado a algunos dirigentes de Podemos, singularmente a Errejón, defender la amnistía fiscal en Grecia".

"Los partidos políticos de izquierdas no podemos defender amnistías fiscales que lo que hacen es beneficiar los grandes defraudadores", ha aseverado Sánchez.

Por ello, ha añadido que le gustaría que los votantes y los militantes de Podemos "les dijesen a sus dirigentes que partidos de izquierdas no pueden apoyar amnistías fiscales, las haga Rajoy o las haga Tsipras, es un error".

Lo que hay que hacer, en su opinión, son reformas fiscales que "defiendan a los trabajadores y no que los persigan fiscalmente, como ha hecho Rajoy mientras amnistía fiscalmente a los grandes defraudadores".