La periodista española Salud Hernández fue liberada hoy en el noreste de Colombia por el Ejército de Liberación Nacional (ELN), que la mantuvo "secuestrada" durante seis días en la región del Catatumbo, y horas después dejó en libertad a dos reportero colombianos que también estaban en su poder.

Hernández fue entregada a una comisión de la Defensoría del Pueblo y la Diócesis de Ocaña, la ciudad más importante de la zona, en un punto entre los municipios de San Calixto y Teorama, que forman parte de la convulsa zona del Catatumbo, al igual que la localidad de El Tarra, donde su rastro se perdió el pasado sábado.

Unas horas después, en una zona cercana a El Tarra, fueron entregados también a una comisión humanitaria los periodistas colombianos Diego D'Pablos y Carlos Melo, del canal de televisión Noticias RCN, que corrieron la misma suerte que Hernández el lunes último cuando se desplazaron al Catatumbo para informar sobre el caso de la periodista española.

Hernández, corresponsal en Colombia del diario español El Mundo y columnista del periódico bogotano El Tiempo, llegó "un poco agotada", según declaró el obispo de Ocaña, monseñor Gabriel Ángel Villa Bahos, uno de los que intervino en su liberación.

La propia reportera, una mordaz crítica de la guerrilla y de los diálogos de paz, hizo posteriormente declaraciones a la prensa para afirmar que estaba "estupendamente" y explicar que su caso, que el Gobierno calificó de "desaparición", había sido un secuestro. "Yo por mi voluntad no tengo a mi familia sufriendo diez días ni haciendo este show", dijo Hernández en Ocaña, a donde fue conducida.

Hernández, en el centro, con el sacerdote Ramón Torrado y la enviada del Gobierno colombiano, Marta Bustamante, tras la liberación. FOTO: REUTERS

No obstante, Hernández-Mora ha afirmado que "la gente" pensará de ella que es una "imprudente y una idiota", tal y como ha relatado a la emisora colombiana Caracol Radio tras cinco días desaparecida.

"La gente pensará que soy una imprudente y una idiota. Y seguramente tienen razón, soy una imprudente y una idiota", ha añadido, antes de explicar que fue cuando al despedirse de un amigo cuando apareció una motocicleta y la persona que conducía le dijo: "Súbase".

"No había nadie en la calle, así que me subí", ha explicado. Desde el inicio, tras retirarle el teléfono móvil y sus equipos, varias personas la trasladaron de un lugar a otro, siempre en zona selvática, y le advirtieron de que no debía salir de la zona porque "la estaban vigilando".

En este sentido, comentó que ella "puede tener un incidente" o un problema puntual con el teléfono o la cobertura pero no estar seis días incomunicada. Además, aseguró que se encontraba bien, que no tenía "ningún problema", y agradeció en repetidas ocasiones a la iglesia católica, "la responsable" de su liberación. Si tardó en regresar, añadió con su particular tono crítico, fue porque "las carreteras de esta Colombia rural son un desastre".

Continuando con la historia, la reportera ha explicado que una vez le dijeron que le devolvían sus pertenencias y que se podía ir, comenzó otro trayecto, cambiando de moto en el camino, hacia Filogringo, desde donde iba a tomar un autobús para regresar al lugar de donde la habían llevado, Tibú.

No obstante, ha explicado que, dado que uno de los guerrilleros le había indicado que buscaría a un comandante para que hablara con ella, no se iba a ir hasta conseguirlo. "Yo seguía insistiendo en que quería hacer mi trabajo, quería hablar con un comandante para hacer la entrevista", relata. Tras dos horas de espera, el comandante no apareció y Hernández-Mora se vio obligada a dormir en la localidad.

"Entonces llega el comandante, me coge el equipaje y el equipo y me dice 'Aquí va a pasar usted unos días'", explica. En ese momento es cuando la periodista, explica, comienza a enfadarse.

"Me quedé con dos guerrilleros y les dije 'Soy idiota, no sé por qué me fío de ustedes'. Estuve enfadada dos días. Cada noche me cambiaban de un sitio a otro, todo el tiempo en zona rural, selvática, o en claros de la selva o en casas abandonadas", ha afirmado.

Mientras los guerrilleros le decían que "esto no va a ser largo", la periodista les explicaba que era "una estupidez" lo que estaban haciendo. "Pero ellos decían que estaban en territorio de guerra, que era una zona complicada", añade.

La reportera ha añadido que no se enteró de que la estaban buscando hasta que un día escuchó la emisora del Ejército. "Empezamos a escuchar 'Quien tenga información de Salud Hernández-Mora', y lo decían varias veces", indica. "El lunes tuvimos que salir corriendo porque se oyeron helicópteros cerca y nos escondimos en un cocal. El martes ya vimos los aviones espía", cuenta.

Aunque ha asegurado no sentir miedo, sí ha indicado que sentía preocupación, tanto por sus amigos y familiares como por los "soldados y militares" que la estaban buscando. "No quería que les pasara nada por mí".

Asimismo, ha indicado que entre algunos de los guerrilleros que la habían retenido se encontraban menores de edad, al menos dos de 16 y 17 años, con fusiles.

El ELN justifica el secuestro por "rutinas de seguridad"

El Ejército de Liberación Nacional (ELN) aseguró que la "retención" por seis días de la periodista española Salud Hernández, liberada hoy en la región del Catatumbo, fue por "rutinas de seguridad" y para "neutralizar" infiltrados en la zona.

"Aclaramos que la retención de la periodista solo obedece a acciones rutinarias para neutralizar la infiltración enemiga en la zona", señala el ELN en un comunicado enviado con la periodista y divulgado por el diario El Tiempo, del que Hernández es columnista.

Hernández, fuerte crítica de la guerrilla y de los diálogos de paz, dijo a periodistas que tenía un comunicado que no leería sino que entregaría a la prensa.

La periodista, que también tiene nacionalidad colombiana, fue entregada hoy por el ELN a una comisión de la Defensoría del Pueblo y la Diócesis de Ocaña, en un punto selvático entre los municipios de San Calixto y Teorama, que forman parte de la zona del Catatumbo, en el departamento de Norte de Santander.

El Frente de Guerra Nororiental del ELN añade en su comunicado que una comisión guerrillera que recorría el municipio de El Tarra fue informada "de la presencia de agentes extraños a la zona y procede a realizar operación de control poblacional interceptando a la periodista Salud Hernández-Mora".

Según el documento, ese frente señala que "retuvo a la periodista el pasado 21 de mayo" y que esa acción "solo obedece a acciones rutinarias para neutralizar la infiltración enemiga en la zona".