El Partido Popular celebrará el congreso extraordinario para elegir al relevo de Mariano Rajoy y la nueva dirección los próximos 20 y 21 de julio, según ha anunciado el líder del partido.

En su discurso ante la Junta Directiva Nacional del PP, Rajoy ha anunciado estas fechas que debe ratificar ahora este órgano porque, según ha explicado, el PP no debe demorarse en ofrecer "certidumbre y seguridad".

Por ello ha justificado que se convoque el Congreso en los plazos más breves que permiten los estatutos del PP.

"Vamos a hacer las cosas en tiempo y plazo, con orden, pero sin perder un segundo porque los españoles no pueden estar esperando por nosotros", ha dicho.

Tras insistir en que hay que limitar al máximo el periodo de tránsito e interinidad en el PP, ha pedido que su partido no se enrede en un "proceso de ensimismamiento". El objetivo es que el PP esté ya en septiembre en "perfecto estado de revista".

Sin delfines

Por otra parte, Rajoy ha subrayado hoy que no tiene "sucesores ni delfines" ni piensa señalar a nadie para su relevo, porque cometería una "enorme injusticia" si se decantara por alguien específico.

"No podría hacer distingos entre unos y otros porque en todos he encontrado una lealtad inquebrantable más allá de lo que podía esperar, ha añadido.

Rajoy también ha pedido un proceso de renovación constructivo, y ha advertido de que si hay varios candidatos, gane quien gane deberá tener en cuenta a sus rivales en este proceso porque necesitará de la "energía" de todos.

El expresidente del Gobierno ha advertido de que en este proceso que se abre hoy el partido puede "plantear una competición natural y sana" pero los 'populares' deben también, ha añadido, "actuar con más responsabilidad que nunca" de forma que al final el PP esté "más unido que hoy". "Confío en vosotros, os conozco a todos, sé de vuestra lealtad al partido", ha señalado Rajoy.

Y por eso ha considerado que "sean cuales sean las decisiones" que unos y otros adopten en los próximos días está "absolutamente convencido" de que estarán dictadas por su "vocación de servicio" y por el "bien" del PP.

Ha recalcado, en definitiva, que espera de los suyos un "debate de altura" y "con grandeza" porque de eso depende el futuro del partido y sus retos.

Ha admitido Rajoy que "evidentemente" el partido tendrá que "hablar de personas" y si hay varios candidatos espera que se comparen "sus méritos y virtudes", pero no se señalen sus "carencias y afectos".

"Seamos constructivos" en este proceso, ha dicho Rajoy, quien también ha advertido de que gane quien gane deberá "contar con sus rivales" porque necesitará "las manos, la experiencia y la energía de todos".

Críticas al Gobierno de Sánchez

El líder del PP se ha referido también al nuevo presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, del que ha dicho que le falta la "credibilidad" que da la confianza de los electores en las urnas. Ante esta situación de fragilidad, Rajoy considera que su partido "va a lucir" cada vez más.

El expresidente del Gobierno ha remarcado que Sánchez es el primer presidente que no cuenta con el apoyo de las urnas y eso "mina la credibilidad de cualquier iniciativa política", a lo que se une la "desconfianza" de su socios y la "fragilidad" del grupo socialista en el Congreso.

Por eso, ha advertido de que el PP ante "lo que viene" debe estar, para la nueva temporada política "perfectamente organizado" para su etapa de oposición y realizar el control del Gobierno y propuestas. "Es lo que nos toca ahora y lo vamos a hacer con rigor solvencia y seriedad", ha afirmado, lo que es "la marca del PP".

Posibles candidatos al liderazgo del PP

A partir de ahora se abre un proceso en el cual se empezarán a conocer las intenciones de unos y otros y a confirmarse los nombres de los candidatos al liderazgo del partido.

Hasta ahora, los más repetidos entre los posibles aspirantes han sido tres: Alberto Núñez Feijóo, Soraya Sáenz de Santamaría y María Dolores de Cospedal.

Feijóo, coinciden la mayoría de los dirigentes 'populares', es el mejor situado. El que "más ilusión despierta", en palabras de un 'barón' regional.

Pero también Cospedal y Sáenz de Santamaría tienen sus partidarios, aunque muchos dirigentes territoriales han admitido su preocupación por el hecho de que la pugna entre ambas, no solo por el liderazgo sino también por cuotas de poder en una nueva dirección, cree fisuras en el partido.

En los últimos días han aumentado las voces que reclaman un candidato único que evite divisiones y permita que el partido salga de este proceso unido, reforzado y con la vista puesta en la importante cita electoral de 2019.

Aunque también están los que valoran la posibilidad de dos o más candidatos que sirvan para abrir un debate en el partido.

Será, en cualquier caso, un proceso nuevo para el PP, al menos a nivel nacional. Porque desde el congreso de febrero de 2017 los populares tienen un sistema democrático de dos vueltas para elegir a su líder.

Ya lo utilizaron el año pasado para los congresos regionales y provinciales y será la primera vez que lo hagan para la elección de su presidente nacional.