El mayor de los Mossos d'Esquadra Josep Lluis Trapero era "imprescindible" para la Generalitat en su "estrategia independentista", según un mando de la Guardia Civil, que ha desvelado que hallaron un borrador de una carta en que el expresidente Carles Puigdemont le agradecía su actuación el 1-O.

Así lo ha sostenido en su testifical de este lunes en el juicio a la cúpula del "procés" en el Tribunal Supremo el comandante de la Guardia Civil que dirigió la investigación del instituto armado sobre el proceso independentista, bajo las órdenes del jefe de la policía judicial de la zona de Cataluña, el teniente coronel Daniel Baena.

El mando de la Guardia Civil ha detallado que, entre los correos intervenidos a la cúpula de Interior localizaron uno en el que el ex secretario general César Puig -para quien la Fiscalía pide 11 años por rebelión en el juicio que tiene pendiente en la Audiencia Nacional- advertía al exconseller Joaquim Forn de la importancia de proteger a Trapero para no "perderlo".

{C}{C}{C}Un comandante de la Guardia Civil destaca la relevancia del papel de Trapero en el procés. Agencia ATLAS / EFE

En concreto, Puig le envió el 23 de septiembre, a las 21.26 horas, un correo a Forn -que en el Supremo afronta una petición fiscal de 16 años por rebelión-, en que avisaba que si Trapero estaba presente en las reuniones con el fiscal superior de Cataluña para impedir el 1-O, el mayor debía decirle que le haría caso.

Sobre las reuniones a las que no acudiera el fiscal, pero sí el coordinador del dispositivo para evitar el 1-O, el coronel Diego Pérez de los Cobos, Puig alertó a Forn de que si Trapero no obedecía corría el riesgo de que éste le denunciara, ante lo que sostenía: "en ese caso lo podíamos perder".

El testigo ha subrayado que, en referencia al contenido de este correo, observa que "la figura de Trapero es imprescindible en la estrategia independentista".

De hecho, a partir de entonces, fue el número 2 de Trapero, Ferran López, quien acudió a las reuniones con el coordinador De los Cobos, mientras que el mayor se reservó en exclusiva para el fiscal.

Además, según el testigo, Trapero envió a la cúpula política de Interior el contenido de las instrucciones de Fiscalía para impedir el referéndum, incluso las que debían ser secretas, lo que es "extraño" y supone una "anomalía", ya que daba cuenta al poder político de información que obtenía como policía judicial.

También ha detallado que "una de las prioridades" de los Mossos en su dispositivo del 1-O era preservar su "imagen", ya que Trapero recibió informes del área de inteligencia en que le advertían de que la policía catalana podría tener una "percepción negativa" entre la sociedad si tenían que detener a algún alcalde del "independentismo revolucionario".

Una vez pasado el referéndum, el entonces presidente Carles Puigdemont envió el 20 de octubre, a una semana de la DUI, un borrador a su secretaria para que remitiera una carta a Trapero, en la que le daba las gracias por su actuación y su postura como mayor en relación al 1-O.

"Se ve la sinergia, la connivencia" entre ambos, ha empezado a decir el testigo, si bien el presidente del tribunal, Manuel Marchena, le ha cortado para que no sacara conclusiones.

Este mando de la Guardia Civil también ha dado detalles sobre una reunión de la cúpula de los Mossos d'Esquadra el 13 de octubre, en la que Trapero hizo un balance de la gestión de la policía autonómica el 1-O y advirtió de que debían estar "vigilantes".

"La Guardia Civil, junto con la Fiscalía y diez fotografías de una mala actuación el 1-O hacen un delito de sedición", avisó Trapero en aquella reunión, según el testigo.

Una visión menos optimista que la que el mayor transmitió a la cúpula de los Mossos d'Esquadra el 2 de octubre, justo el día después del referéndum ilegal, en la que, según ha detallado el mando de la Guardia Civil, Trapero afirmó: "lo habéis hecho muy bien, habéis hecho un trabajo excelente, nos puede ser impuesto el qué, pero no el cómo".

El número dos del teniente coronel Daniel Baena ha apuntado también que los mensajes que intercambiaron los mossos desplegados el 1-O y la sala de mando constatan que hubo "seguimientos específicos" a los dispositivos de Guardia Civil y Policía Nacional y avisos a los propios colegios donde se estaba votando de la posible llegada de fuerzas y cuerpos de seguridad del estado.

En este sentido, ha asegurado que en Sant Julià de Ramis (Girona) los Mossos hicieron referencia a que se dirigían unas 20 furgonetas de la Guardia Civil hacia el colegio donde tenía previsto votar "platino", el nombre en clave del entonces presidente Puigdemont.

En algunas llamadas a la central, según el testigo, se hablaba de que los Mossos estaban haciendo "un paripé" e incluso se admitía que en algunos casos las urnas y las papeletas se las habían entregado los responsables de los colegios una vez finalizada la votación.

Un comandante ubica a los Jordis en la reunión 'del último intento'

El número dos de la investigación policial del 1-O ha ubicado a los Jordis en la denominada "reunión del último intento", celebrada tres días antes de que fuese investido Carles Puigdemont para definir quién iba a ser el presidente de la Generalitat y cómo se distribuirían las Consellerias.

Tuvo lugar el 7 de enero de 2016 en la sede de la Asamblea Nacional Catalana (ANC) y a ella asistieron diferentes líderes independentistas, según ha explicado en el juicio del "procés" el comandante de la Guardia Civil que figura como secretario de los atestados de la investigación de los preparativos del 1 de octubre.

El comandante ha hablado de la famosa agenda Moleskine y el documento Enfocats, que trazaba una supuesta hoja de ruta unilateral a la independencia, que se encontraron en el domicilio de Josep María Jové, número dos de Junqueras, y que constituye una de las bases de la acusación de la Fiscalía.

Mientas que Enfocats era "un documento estratégico de idea", ha explicado el testigo, la Moleskine era el documento "ejecutivo", con "nombres, personas, cometidos y finalidades".

De hecho, en esa agenda figuraba la reunión mantenida entre el expresidente de la ANC Jordi Sànchez; el líder de Ómnium, Jordi Cuixart, el exvicepresident Junqueras, la secretaria general de ERC, Marta Rovira (huida a Suiza), y el exconseller de Presidencia Jordi Turull, entre otros.

Un encuentro clave para los investigadores en la que se decide quién va a formar parte del Govern y cuál va a ser el reparto político entre ERC y JxSí, que acabó materializándose días después cuando fue investido Puigdemont.

El testigo ha mencionado esta reunión para constatar el "papel fundamental" de las organizaciones civiles en el "procés", como así constató Junqueras en una de las reuniones donde dijo, según el comandante, que eran "muy potentes en el campo social".

Otro de los encuentros que ha destacado el mando de la Guardia Civil fue posterior, en junio de 2016, y a ella también asistió Rovira, Junqueras y Turull, junto al exconseller Raül Romeva y el expresident Artur Mas, en la que "hablan de que la única opción que les queda es tomar la vía de la unilateralidad".

El comandante ha hecho referencia a la conexión entre el Govern, la Mesa del Parlament y las organizaciones civiles, que "convergían en algunos de sus fines", y ha destacado la importancia de la expresidenta de la cámara catalana Carme Forcadell, que era "el canal para tramitar las leyes".

Entre la documentación de Jové, que fue el "origen" de que llegaran a la nave donde incautaron miles de papeletas para el 1-O, también hallaron un documento en el que figuraban 52 decretos leyes sobre la implantación de la república "que tendrían que entrar en vigor el 2 de octubre", un día después del referéndum.

También encontraron menciones al "control del territorio", en las que se hablaba de la "necesidad de implementar un Ejército del Estado catalán" o al menos tener "una parte militar"; y de la "presión del Estado" como "vector de influencia en todo el proceso".

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