El Rey Juan Carlos ha anunciado su voluntad y deseo de dejar de desarrollar actividades institucionales y completar su retirada de la vida pública a partir del 2 de junio, al cumplirse cinco años de su abdicación.

Así se lo ha trasladado don Juan Carlos en una carta a su hijo, Felipe VIFelipe VI, difundida por la Zarzuela y en la que afirma que se trata de una "firme y meditada" convicción.

En su misiva, el Rey, de 81 años, afirma que desde su abdicación ha venido desarrollando actividades institucionales con el mismo afán de servicio a España y a la Corona que inspiró su reinado.

Pero ahora ve llegado el momento de "pasar una nueva página" y completar su retirada de la vida pública.

"Desde el año pasado, cuando celebré mi 80 cumpleaños, he venido madurando esta idea, que se reafirmó con motivo de la inolvidable conmemoración del 40 aniversario de nuestra Constitución en las Cortes Generales", añade en la carta, que encabeza con un "Majestad, querido Felipe".

Ese acto solemne en el Congreso asegura que estuvo lleno de emoción para él y que le hizo evocar, "con orgullo y admiración, el recuerdo de tantas personas que contribuyeron a hacer posible la Transición política" y renovar su sentimiento de permanente gratitud hacia el pueblo español.

Un pueblo que considera que es "el artífice y principal protagonista de aquella trascendental etapa de nuestra historia reciente".

En su carta asegura que toma también su decisión "desde el gran cariño y orgullo de padre que -subraya- por ti siento".

"Con mi lealtad siempre. Un grandísimo abrazo de tu padre", termina escribiendo don Juan Carlos.

A pesar de que a partir del 2 de junio deje de protagonizar actividades institucionales, mantendrá su condición de miembro de la familia real, su consideración de Rey y el estatus jurídico que ha tenido desde su abdicación hace cinco años, según la Zarzuela.

Por tanto, seguirá siendo aforado, como los parlamentarios y miembros del Gobierno, y capitán general de las Fuerzas Armadas en la reserva.

Por su parte, la reina Sofía continuará desarrollando su actividad institucional como hasta ahora.

Desde la abdicación, Juan Carlos I ha protagonizado 119 actos oficiales de distinta índole, entre ellos nueve viajes a Iberoamérica.

El último acto oficial fue el pasado día 17 de mayo en el Monasterio de El Escorial con motivo de la entrega del II Premio Órdenes Españolas.

No tiene programado esta semana ningún acto, por lo que el de ese día podría ser el último de su trayectoria institucional.

Como miembro de la familia real, tuvo un sueldo de 194.232 euros durante 2018 y ha contado con una secretaría de apoyo para la organización de su agenda oficial.

Al dejar de protagonizar actos oficiales, los recursos humanos y presupuestarios de que dispone podrían modificarse, aunque por ahora no se ha tomado ninguna medida al respecto.

Zarzuela también ha informado de que la retirada de la vida pública no afectará a sus actividades privadas, que serán "las que determine" el anterior jefe del Estado.

Su última aparición pública pero de carácter privado tuvo lugar el pasado miércoles, día 22, en la plaza de toros de Las Ventas para presenciar una corrida de la feria de San Isidro junto a su hija, la infanta Elena.

Ese día, don Juan Carlos apareció con dos apósitos, uno en la cara y otro en el cuello, aunque desde la Zarzuela no se dio ninguna explicación.

Sí se informó el pasado 22 de marzo de que el rey había sufrido un derrame provocado por una leve intervención a la que se sometió días antes para quitarle una mancha en la piel.

Ese día, el anterior jefe del Estado presidió la gala de presentación de las corridas de San Isidro y se le vio con un fuerte hematoma en el ojo izquierdo causado por el derrame.

Desde su abdicación, don Juan Carlos ha compaginado una intermitente agenda institucional condicionada por la operación de rodilla a la que se sometió en abril del año pasado, con su actividad privada, centrada especialmente en sus grandes aficiones, como son los viajes con amigos, la gastronomía, el deporte y los toros.