Cerca de un millar de personas han secundado el llamamiento hecho por la red de apoyo a los presos de ETA Sare y se han manifestado este sábado por las calles de Vitoria para exigir un cambio de la política penitenciaria aplicada a estos reclusos, especialmente el fin del alejamiento de sus lugares de origen.

Los manifestantes, que han ido detrás de una pancarta en la que se leía en euskera "Es hora de desenredar los nudos. Todos juntos. Los presos a casa", han proferido gritos en favor de la amnistía total y del acercamiento de los reclusos.

Entre los asistentes se encontraban los portavoces de EH Bildu en el Ayuntamiento de Vitoria y en las Juntas Generales de Álava, Miren Larrion y Kike Fernández de Pinedo, respectivamente.

Antes del inicio de la marcha, el portavoz de Sare, Joseba Azkarraga, ha reclamado a las instituciones vascas que "hagan valer los importantes pronunciamientos" que en favor del fin del alejamiento y de la libertad de los presos enfermos se han aprobado en los últimos meses.

"Más del 85 % de la sociedad vasca, representada por esas instituciones, ha dicho que hay que poner fin a la política penitenciaria" actual, ha señalado Azkarraga.

Ha señalado al Gobierno español que "no caben más excusas" por el hecho de que sea un ejecutivo en funciones y "seguir alargando el sufrimiento de la gente", y le ha animado a buscar "soluciones en la línea que el propio presidente Sánchez anunció hace un año".

El portavoz de Sare ha insistido en que con manifestaciones como la de hoy no se está pidiendo "ningún privilegio" para los presos de ETA, sino que se les aplique la legislación ordinaria, y así "se les posibilite el retorno a sus casas".