El Parlament de Cataluña ha aprobado una resolución en la que reivindica la "legitimidad de la desobediencia civil e institucional" para defender "derechos civiles, políticos y sociales" y ha revivido escenas de tensión tras la prisión decretada para los siete miembros de los Comités de Defensa de la República (CDR) acusados de terrorismo.

La segunda y última jornada del debate de política general ha terminado con bronca entre los diputados independentistas y la bancada de Ciudadanos, hasta el punto de que el presidente del grupo naranja, Carlos Carrizosa, ha sido expulsado del hemiciclo, en un final de sesión caótico, con cruce de improperios y crispación.

Era el día en que se votaban las propuestas de resolución de los grupos parlamentarios, entre ellas una de la CUP que había generado controversia porque los letrados de la cámara habían expresado sus objeciones.

La resolución de la CUP -que ha recabado el apoyo de JxCat y ERC, el voto en contra de PSC, comunes y PPC, mientras que los diputados de Ciudadanos no han votado- reivindica el 1-O como un "referéndumy subraya la "legitimidad de la desobediencia civil e institucional, como instrumentos en defensa de aquellos derechos civiles, políticos y sociales que puedan ser lesionados".

Además, el texto invoca resoluciones soberanistas previas que fueron tumbadas por el Tribunal Constitucional, lo que ha motivado las advertencias de los letrados.

Con los votos a favor de JxCat, ERC y la CUP, el Parlament ha aprobado también una resolución en la que se pide la "retirada" de los efectivos de la Guardia Civil que se encuentran en Cataluña, así como la dimisión de la delegada del Gobierno, Teresa Cunillera.

Y en otra resolución impulsada por los independentistas, se plantea una respuesta institucional a la sentencia del 'procés' que pase por el "ejercicio del derecho a la autodeterminación" y por reclamar una "amnistía" si hay condenas.

Histórica bronca en el Parlament de Cataluña

Pero las votaciones de las propuestas de resolución han quedado eclipsadas en el tramo final de la sesión, tras conocerse la decisión del juez de la Audiencia Nacional Manuel García Castellón de decretar prisión provisional para siete miembros de los CDR, detenidos el lunes y a quienes la Fiscalía acusa de ultimar acciones terroristas de cara al próximo aniversario del 1-O.

Los cuatro diputados de la CUP han abandonado el hemiciclo del Parlament, en plenas votaciones de las propuestas de resolución, para denunciar la situación.

La CUP abandona el Parlament tras saber que los miembros de los CDR detenidos irán a prisión provisional. Agencia ATLAS / EFE

Al terminar las votaciones, JxCat y ERC han solicitado, como había propuesto la CUP, la celebración de una reunión de la Junta de Portavoces para abordar una respuesta a la decisión del juez.

Acto seguido, diputados de JxCat y ERC, algunos de ellos en pie, han lanzado gritos de "libertad" -entre ellos el presidente de la Generalitat, Quim Torra-, lo que ha desatado una bronca con la bancada de la oposición, especialmente con el grupo de Ciudadanos, cuyo presidente, Carlos Carrizosa, ha manifestado su "inmensa vergüenza" por estas muestras de apoyo a los encarcelados y ha dicho sentirse "amenazado por aquellos que respaldan el terrorismo".

Carrizosa en el Parlament: "Nos sentimos amenazados por quienes respaldan el terrorismo". Agencia ATLAS / EFE

En medio del griterío en el hemiciclo, con improperios cruzados entre diputados de uno y otro lado y con el ambiente cada vez más crispado, el presidente del Parlament, Roger Torrent, ha dado por finalizada la sesión, lo que ha enervado a los grupos que estaban pidiendo la palabra.

Finalmente, y en pleno desconcierto, con diputados marchándose del hemiciclo y encarándose unos con otros, Torrent ha reabierto el turno de palabras para abrir el micrófono al primer secretario del PSC, Miquel Iceta, que en un mensaje a Cs ha pedido respeto por la "presunción de inocencia" de los siete encarcelados y, dirigiéndose a los independentistas, ha llamado a la "serenidad" y a evitar que el Parlament "entre en colisión" con el Poder Judicial.

Mientras tanto, Torrent ha tenido que llamar al orden a Carrizosa hasta en tres ocasiones por estar insistiendo en intervenir sin tener el uso de la palabra.

Rubén Wagensberg, uno de los primeros diputados de ERC en abandonar el hemiciclo, se ha dirigido a los escaños de Ciudadanos para recriminarles su actitud, lo que ha generado, a su vez, una airada reacción de varios de los parlamentarios naranjas, con quienes también se ha encarado el republicano Ernest Maragall.

A continuación ha hablado el presidente del PPC, Alejandro Fernández, que ha puesto en duda la "neutralidad" de Torrent a la hora de regular los debates, ya que no ha reprendido a los diputados independentistas que gritaban "libertad" en medio del pleno.

Gritos de 'libertad' en el Parlament. Agencia ATLAS / EFE

Fernández ha dicho respetar la "presunción de inocencia" de los encarcelados, pero ha reivindicado asimismo el "derecho" de la Guardia Civil y de la Justicia a que "se preserve su honor", ya que "España es una gran democracia del mundo", ha afirmado, mientras su compañero de filas, Santi Rodríguez, se quejaba a Torrent por los "insultos" proferidos desde la tribuna de invitados.

La portavoz de los comunes en el Parlament, Susanna Segovia, ha intervenido para "lamentar la imagen" dada por algunos diputados, con sus "gritos y golpes en la mesa", si bien ha avalado la reunión de la Junta de Portavoces ante esta "situación de excepcionalidad". Por su parte, la presidenta del grupo de Catalunya en Comú Podem, Jéssica Albiach, ha pedido que se respete la presunción de inocencia de los siete encarcelados y ha lamentado la actitud de Cs.

Carrizosa, a quien Torrent ya había advertido de que tendría que marcharse del hemiciclo si seguía interrumpiendo la sesión, ha sido finalmente llamado al orden por cuarta vez, por lo que el presidente del Parlament lo ha expulsado.

Mientras él y los demás diputados de Ciudadanos abandonaban sus escaños, Carrizosa se ha encarado con parlamentarios de la bancada independentista, en medio de un clima de gran tensión.

Al terminar el pleno, JxCat, ERC, la CUP y los comunes han pactado una declaración que denuncia una "campaña de criminalización" del movimiento independentista, pide el fin de la "represión" y exige la puesta en libertad de los "presos por sus ideas políticas".