La aritmética parlamentaria está pendiente de su suma más importante, la que no cuadró la pasada legislatura: otorgar la confianza a un presidente del Gobierno. Los 176 'síes' de la mayoría absoluta se antojan imposibles, pero el líder del PSOE, Pedro Sánchez, se afana en lograr una segunda votación con más 'síes' que 'noes' para deshacerse de la coletilla "en funciones" que acompaña a su cargo desde hace meses.

Tras esta suma, vendrán otras que no parecen más sencillas. El Congreso más fragmentado de la democracia, con 16 partidos políticos, tendrá que alcanzar la mayoría absoluta para alumbrar leyes orgánicas e incluso la mayoría cualificada para revisar cualquier aspecto de la Constitución, elegir a los vocales del CGPJ, los cuatro magistrados del Tribunal Constitucional, al Defensor del Pueblo o al presidente de la Corporación de RTVE.

En la Cámara Baja no hay mayorías claras esta legislatura. Los 120 diputados socialistas contarán previsiblemente con los 35 de Unidas Podemos para sacar adelante muchas de sus iniciativas. Pero juntos suman apenas 155 escaños, muy lejos de los 176 (la mitad más uno) de la mayoría absoluta que exigen, por ejemplo, la reforma de la ley de Seguridad Ciudadana, conocida como 'ley mordaza', la derogación de la reforma laboral o la ley para la regulación de la eutanasia. En el juego de las sumas, los futuros socios de Gobierno tendrán que contar con los 13 diputados de ERC e incluso los 5 de Bildu, y arrancar en el grupo mixto los votos a favor de partidos como Más País, PRC, BNG o Teruel Existe.

PSOE y ERC evidencian ritmos diferentes hacia la investidura

PSOE y ERC evidencian ritmos diferentes hacia la investidura

PSOE y ERC evidencian ritmos diferentes hacia la investidura. Vídeo: AGENCIA ATLAS | EP

Otra ley que requiere mayoría absoluta y que vio la luz por unanimidad fue la de medidas contra la violencia de género. El Congreso acordó en el Pacto de Estado contra la violencia de género ampliar una ley que se ha quedado corta 15 años después, pero esa unanimidad ahora parece imposible. Los 52 diputados de Vox ya se han mostrado contrarios a cualquier normativa contra la violencia machista, y está por ver si acaba arrastrando a los 88 del PP a posiciones más tibias.

Nombramientos que ya no son a dos bandas

Si difíciles serán las mayorías absolutas, las cualificadas que exigen algunos asuntos son tréboles de cuatro hojas. Los nombramientos de los miembros del Consejo General del Poder Judicial y del Tribunal Constitucional que corresponden al Congreso se han de hacer por mayoría de tres quintos; esto es, 210 miembros. En el caso del órgano de gobierno de los jueces, su mandato de cinco años venció en diciembre del 2018, y en el del TC, el mes pasado.

Hasta ahora, a PP y PSOE les había bastado con sus diputados para repartirse los nombramientos. Pero hace un año, con la llegada de nuevos partidos se vieron obligados a pactar. Podemos fue invitado a sumarse al acuerdo, ante las críticas de Ciudadanos, pero finalmente fue el magistrado propuesto, Manuel Marchena, quien declinó la oferta tras salir a la luz unos mensajes en los que los populares se jactaban de controlar una de las Salas del Supremo "desde atrás". La renovación quedó suspendida y hace apenas unos meses, Carlos Lesmes, presidente del órgano, recordó a las Cámaras que sigue pendiente.

También hace falta una mayoría de tres quintos para aprobar los proyectos de reforma constitucional, una iniciativa que ahora parece impensable pero que llegó a ser una medida estrella en los inicios de la legislatura del 2016, cuando se creó incluso una comisión para estudiar el modelo territorial del Estado. El nuevo Congreso hereda, además, dos reformas constitucionales que proceden de parlamentos regionales.

El concurso público para renovar a los diez miembros del Consejo de Administración de RTVE comenzó en agosto del 2018, pero se congeló antes de que la Comisión de Nombramientos de la Cámara Baja eligiera a los nuevos diez miembros del organismo, de nuevo por falta de acuerdo y tras las filtraciones del intercambio de cromos entre unos y otros partidos.

Los Presupuestos, un examen anual

El Gobierno que nació de la moción de censura no logró que le saliera otra de las sumas más importantes: la que da luz verde a los Presupuestos Generales del Estado. Sánchez adelantó los comicios después de que los partidos catalanes se sumaran a PP y Ciudadanos para aprobar enmiendas a la totalidad. Porque el primer examen de las cuentas del Estado es evitar que se conforme una mayoría en contra. PP, Vox y Cs suman 150 votos, pero de nuevo los 13 de ERC, los 8 de JxCAT, los 2 de la CUP y los 5 de Bildu se vuelven determinantes. Además, el Senado siguen teniendo capacidad de veto al techo de gasto, y los socialistas necesitan sumar a los senadores de PNV y ERC para alcanzar la mayoría absoluta que perdieron el 10-N.

Y para terminar, el nuevo Congreso dice adiós a muchas de las declaraciones institucionales que eran un clásico año tras año en efemérides y fechas señaladas. Ya ocurrió el mes pasado con una sobre los derechos de los niños y otra contra la violencia machista. Para sacarlas adelante hace falta una unanimidad que Vox está dispuesto a hacer imposible.