Pedro Sánchez terminó el rompecabezas que garantiza su investidura en segunda votación por mayoría simple. Tras colocar la pieza más compleja, la abstención de ERC, logró encajar este viernes el 'sí' de Teruel Existe y el BNG. Pero el compromiso con los republicanos para la creación de una mesa de negociación entre gobiernos que se activará 15 días después de la formación del Gobierno y cuyas conclusiones serán sometidas a votación entre los catalanes, provocó la negativa del Partido Regionalista Cántabro (PRC) a investir al líder del PSOE, algo que convirtió los flecos por cerrar en asuntos decisivos.

Esta decisión, a su vez, abrió una afrenta que hace temblar el Gobierno cántabro. La secretaria de Organización del PSOE en Cantabria, Noelia Cobo, advirtió al PRC de que si no rectifica, "habrá roto el pacto de Gobierno" en esta comunidad autónoma, en la que el líder del partido regionalista, Miguel Ángel Revilla, gobierna en coalición con el PSOE.

A los 120 diputados socialistas y los 35 de Unidas Podemos, se le sumarán los seis peneuvistas, los dos de Más País, uno de Compromís, otro de Teruel Existe y uno de Nueva Canarias. Se abstendrán los 13 de ERC y los cinco de EH Bildu, que, a su vez, exigieron emular la mesa de diálogo entre gobiernos en Euskadi para abordar "el problema nacional vasco". También se abstendrá la diputada de Coalición Canaria.

Algunos de estos partidos firmaron por escrito su decálogo de condiciones y concesiones. Los seis del PNV fueron los primeros en hacerlo después de lograr que el PSOE se comprometiera a traspasar las competencias estatutarias pendientes a Euskadi. Además, consiguieron el compromiso de que en seis meses la Comunidad Foral de Navarra tenga las competencias de tráfico.

El partido de Íñigo Errejón se conformó con el acuerdo fraguado entre el PSOE y Unidas Podemos y lanzó el 'sí' de sus dos únicos diputados después de reunirse con la comitiva socialista en privado. Su socio, Compromís, exprimió más la negociación y arrancó el compromiso de abordar la reforma del sistema de financiación en un máximo de ocho meses, además de que el Estado cumpla con la financiación del 50% para dependencia y con una clausula de inversiones e infraestructuras específicas.

Por su parte, Teruel Existe sacó también provecho a su único diputado. Los socialistas aumentarán la dotación de guardias civiles y paralizarán el cierre de las taquillas de Renfe en las estaciones en las que viajan pocos usuarios, una medida que puso en marcha el 1 de enero y que afecta mayoritariamente a la España "vaciada".

En el pacto con Nueva Canarias, los socialistas se comprometen a respetar el régimen especial fiscal de la comunidad y a desvincularlo de los fondos que se decidan en el sistema de financiación autonómica.