La desconexión británica de la Unión Europea tendrá lugar este viernes 31 de enero a medianoche hora de Bruselas, las 11 en territorio británico. Ese día y a esa hora Reino Unido dejará de ser el 28º Estado miembro de la UE para convertirse en un país tercero y dar carpetazo a 47 años de un matrimonio tormentoso. El divorcio, sin embargo, no será automático ni ocurrirá de la noche a la mañana. Durante el período transitorio, que se abrirá un día después y que se prolongará hasta el 31 de diciembre del 2020, Londres dejará de tener voz y voto en las instituciones europeas pero seguirá comportándose (casi) como un miembro más.

No tendrá ni comisario europeo en el Ejecutivo comunitario, ni eurodiputados en el Parlamento Europeo ni ministros en las reuniones del Consejo pero seguirá formando parte del mercado interior y la unión aduanera, lo que significa que tendrá que garantizar el funcionamiento de las cuatro libertades fundamentales de la UE, tendrá que seguir aportando dinero al presupuesto comunitario y respetar la legislación europea así como las decisiones que emita el Tribunal de Justicia de la Unión Europea.

Una situación que les mantendrá con un pie dentro pero sin las ventajas de formar parte de la gran familia europea. Esta será la tónica mientras los negociadores designados por Londres y Bruselas negocien los términos de la nueva relación a partir del 1 de enero del 2021. Ese es el plazo limitado al que el Gobierno de Boris Johnson se agarra con uñas y dientes para cortar amarras definitivamente con un club en el que los británicos siempre han estado incómodos y al que han arrancado todo tipo de concesiones, la más visible el mantenimiento de la libra y no el euro.

El mal trago de la despedida

Pero antes de ponerse manos a la obra con la nueva relación toca la despedida. Un mal trago que la Unión Europea ha decidido pasar sin grandes ceremonias y bajo una total discreción. Habrá un breve acto protagonizado por los presidentes de las tres instituciones europeas el viernes -David Sassoli (Eurocámara), Ursula von der Leyen (Comisión Europea) y Charles Michel (Consejo)-, pero serán los ujieres quienes arriarán las banderas británicas de las instituciones pasada la medianoche porque "no hay nada que celebrar”, repiten en la Eurocámara.

Antes de ese momento, el Parlamento Europeo, la institución en la que será más visible la marcha de los británicos, aprobará el miércoles el acuerdo de retirada. Los eurodiputados tendrán tiempo para mantener un último debate antes de la votación definitiva que permitirá a los 27 gobiernos de la UE cumplir el trámite de aprobar la salida un día después, el 30 de enero. Los 72 eurodiputados británicos tendrán su momento para el adiós durante una ceremonia presidida por Sassoli y en la que participarán los presidentes de los grupos políticos.

Recomposición de la Eurocámara

La salida británica obligará a modificar el número de eurodiputados. De los 72 escaños que quedarán vacantes 27 serán ocupados por nuevos diputados de otras nacionalidades, que también fueron elegidos en mayo del 2019 pero que permanecían a la espera de la culminación del Brexit para ocupar sus asientos en el hemiciclo. El resto quedarán en reserva de cara a futuras ampliaciones. Esto significa que el nuevo hemiciclo pasará de 751 a 705 eurodiputados. La redistribución beneficiará a catorce Estados miembros que verán ampliadas sus delegaciones nacionales. Es el caso de España que sumará 5 nuevos eurodiputados: Marcos Ros (PSOE), Gabriel Mato (PP), Adrián Vázquez (C’s), Margarita de la Pisa (Vox) y Clara Ponsatí (JxCat).

En términos políticos, las nuevas incorporaciones y salidas alterarán el peso de los grupos y los equilibrios aunque la gran coalición que conforman las tres grandes fuerzas de la cámara -populares, socialistas y liberales- seguirá contando con una mayoría confortable -de 432 escaños frente a los 353 en que quedará fijada la nueva mayoría- pese a la ligera progresión de la extrema derecha. El PPE sumará 5 nuevos miembros reforzando su peso como primera fuerza (187). Mientras tanto, los Socialistas y Demócratas (S&D) y los Liberales de Renew verán disminuida su presencia con seis (148) y once bajas (97) respectivamente.

También sufrirán un retroceso los Verdes/Alianza Libre Europea que pasarán de 74 a 67 escaños lo que les relegará y les colocará como quinto grupo, por detrás de Identidad y Democracia, el grupo de extrema derecha al que pertenece la Agrupación Nacional francesa y que sumará 3 nuevos eurodiputados hasta los 76 escaños. Además, perderán peso los Conservadores y Demócratas Europeos que se quedarán con 59 escaños -debido a la salida de los conservadores- así como la Izquierda Europea que perderá uno y se quedará con 40. La gran reducción, no obstante, se producirá entre los no inscritos ya que la marcha del Partido del Brexit reducirá el número de eurodiputados sin grupo de los 56 a los 30. Entre ellos, seguirán estando Carles Puigdemont y Toni Comín.