El juez de la Audiencia Nacional José de la Mata ha citado el 18 de febrero al Sìndic de Greuges, Rafael Ribó, después de que éste pidiera declarar voluntariamente sobre el viaje que le pagó un empresario para presenciar la final de la Champions que el FC Barcelona jugó en Berlín en 2015.

De la Mata, que investiga el denominado caso 3 % de presunta financiación ilegal de CDC mediante comisiones por obras públicas, le ha llamado a declarar ese día a las 12.30 horas, han informado a Efe fuentes jurídicas.

Al acordar investigar estos hechos, De la Mata dio traslado de las actuaciones al Sìndic antes de decidir si, tal y como ha propuesto la Fiscalía Anticorrupción, remitía exposición razonada al Tribunal Superior de Justicia de Cataluña al estar Ribó aforado por su cargo.

Antes de dar ese paso, De la Mata recordó que existe la obligación de dar la oportunidad al aforado de personarse en la causa, tomar conocimiento de las actuaciones, declarar voluntariamente como persona investigada, aportar documentos, proponer pruebas y participar en las diligencias.

Al conocer este ofrecimiento, Ribó pidió declarar con el objeto de dar explicaciones sobre ese viaje, que incluyó el alquiler de un avión y una furgoneta por un coste total de 39.000 euros.

El juez considera que esa invitación que le hizo el empresario Jordi Soler fue por "la de su condición de Sìndic".

El pasado 3 de febrero, Soler declaró en la Audiencia Nacional y admitió que fletó un avión en el que viajaron Ribó, su pareja y su hija para acudir a la final de Champions de 2015 en Berlín.

También reconoció que sufragó ese viaje -valorado en 39.000 euros- con dinero de sus empresas, si bien aseguró que nunca tuvo ninguna relación contractual con la Sindicatura de Greuges.

La Fiscalía, que consideró que estos hechos podrían constituir un delito de cohecho pasivo impropio -que sanciona al cargo público que acepta un regalo entregado en consideración a su posición-, pidió al juez que remitiese las actuaciones al Tribunal Superior de Justicia de Cataluña al estar Ribó aforado.

De la Mata cree, según el auto por el que citó a Soler, que el motivo de este viaje fue tener una "atención comercial" con el Sìndic, que ocupa ese cargo desde 2004, y de hecho trató que nadie supiera de él, según se refleja en un mensaje intervenido en la investigación.

Para la Fiscalía, estos hechos serían constitutivos de un delito de cohecho pasivo impropio del artículo 422 del Código Penal, que sanciona al cargo público que simplemente acepta un regalo entregado en consideración a su posición.

En este caso, señala el escrito del fiscal, "Ribó no solo aceptó la invitación al viaje en un vuelo pagado por Jordi Soler sino que además tomó la iniciativa de solicitar que dicho empresario pagara también el viaje a Berlín de su hija".

Además, "dentro de las funciones y actividades que realiza Soler ninguna tiene relación directa con invitar a personas a viajar a ver un partido fútbol, es decir, el pago del viaje supone un coste añadido a su actividad empresarial".