El PSOE mantiene su negativa a crear una comisión de investigación en el Congreso de los Diputados dedicada a investigar los presuntos negocios que pudo haber entablado el ahora rey emérito Juan Carlos durante el periodo en que ocupó la Jefatura del Estado, confirman a Europa Press fuentes socialistas.

De manera que la última iniciativa que a este respecto han registrado este jueves Esquerra Republicana, el PNV, EH Bildu, Junts, la CUP, el BNG y Compromís está abocada al fracaso puesto que no contará con el respaldo indispensable de los socialistas.

El partido que lidera Pedro Sánchez justifica su negativa en los reiterados informes de los letrados, contrarios a iniciativas de control de la Monarquía por la inviolabilidad que protege la figura del jefe del Estado. La última vez que el PSOE aplicó este criterio fue el pasado 10 de marzo, cuando votó en la Mesa del Congreso junto al PP y VOX en contra de permitir la tramitación de dos peticiones similares, una de ellas solicitada por ERC y Unidas Podemos, lo que motivó el desmarque del PSOE de su socio en el Gobierno de coalición.

Esta ofensiva contra el Rey Juan Carlos ha resurgido a partir de conocerse que la Fiscalía suiza está realizando una investigación sobre una supuesta donación de 100 millones de dólares atribuida a Juan Carlos I y con destino a su amiga Corinna Larsen, un dinero presuntamente vinculado con comisiones de Arabia Saudí. Esa donación corresponde a 2012, cuando aún era jefe de Estado.

Como consecuencia de estas informaciones, y en medio de la declaración del estado de alarma en España para combatir la pandemia de coronavirus, el Rey Felipe VI anunciaba el pasado 15 de marzo que renunciará a la herencia de su padre, al que además retirará la asignación anual que recibe de los Presupuestos Generales del Estado, y que asciende a 194.232 euros brutos anuales.

Este miércoles, coincidiendo con el discurso que Felipe VI dirigió a los españoles para insuflarles ánimo en el combate que están librando frente al coronavirus, muchos ciudadanos en varias ciudades del país respondieron a los llamamientos difundidos por las redes sociales y expresaron su malestar con la Monarquía con una cacerolada desde las ventanas y balcones de sus viviendas. A diferencia del PP y de Vox, los dirigentes socialistas han preferido guardar silencio y no han valorado el discurso del monarca.