La Consejería de Educación ha confirmado esta mañana que el inicio del curso en Asturias se retrasará "unos días" para hacer las pruebas PCR al profesorado y personal no docente y ganar tiempo al rebrote, ante la situación epidemiológica. Las clases empezarán por tanto el 22 de septiembre para infantil y primaria, el 28 para secundaria y el 30 de septiembre para los alumnos de Formación Profesional (FP). La decisión del retraso en el inicio del curso ha sido adoptada en el Consejo de Gobierno de esta mañana, que también ha acordado ampliar las contrataciones de profesorado en 860 interinos para permitir que la ratio de 20-21 alumnos por aula abarque desde los 3 años hasta los 13 años (2ª de la ESO inclusive). "Supone un esfuerzo sin precedentes en materia de Educación", valoró el vicepresidente Juan Cofiño, que cifró en 30 millones de euros adicionales el coste del profesorado para el curso 2020-21 en Asturias.

En rueda de prensa, la consejera de Educación, Carmen Suárez, ha anunciado también que el curso será semipresencial para los alumnos a partir de tercero de la ESO y hasta segundo de Bachillerato. Este formato consistirá en que cada grupo se dividirá en dos, de tal forma que la asistencia a las aulas sea rotatoria, en grupos de 12 ó 13 alumnos, y cuando no les toque asistir a las aulas podrán seguir las clase, "interconectados", según indicó la consejera de Educación, Carmen Suárez.

La consejera ha explicado que los grupos desde los 3 años hasta 2ª de la ESO serán de 20 o 21 alumnos por clase y, para ello, el Principado contratará a 860 profesores con el fin de reforzar las plantillas docentes en los centros. El vicepresidente del Principado, Juan Cofiño, ha explicado en clave de "seguridad" el retraso en el inicio del curso lectivo en Asturias pese a tratarse de una de las autonomías con menor incidencia del coronavirus. "Queremos asegurar la calidad de la enseñanza y salvaguardar la salud de toda la comunidad educativa. No es un problema, es dar garantía de tranquilidad para todos", manifestó Cofiño. El retraso del curso también, destaca el Gobierno, permitirá un mayor control de la situación epidemiológica ante el rebrote registrado en la región en las últimas dos semanas.

Los colegios seguirán abiertos aunque haya brotes

Los colegios permanecerán abiertos hasta que, en caso de brote de coronavirus, empiece a producirse una transmisión descontrolada. Este es el acuerdo al que llegaron ayer el Gobierno y las comunidades autónomas, que rebajaron el listón de exigencias sanitarias a fin para mantener los centros educativos operativos el mayor tiempo posible. El objetivo de todas las administraciones es mantener la enseñanza presencial hasta donde el riesgo sanitario lo permita. Todas las administraciones, con la excepción del País Vasco, que se abstuvo, acordaron que se considere brote de coronavirus cuando se produzcan tres contagios o más en un colegio, en lugar de dos casos como estaba previsto inicialmente. El cierre de las instalaciones solo se efectuará cuando haya "una transmisión no controlada". La ministra de Educación, Isabel Celaá, subrayó este jueves que, aunque no existe el riesgo cero, los alumnos se encontrarán un entorno "seguro" y remarcó la obligatoriedad que tienen los padres de escolarizar a sus hijos entre los 6 y los 16 años.

Así se establece en el documento técnico titulado "Guía de actuación ante la aparición de casos de Covid-19 en centros educativos", acordado ayer en la conferencia sectorial presidida por los ministros de Sanidad, Educación y Política Territorial.

Los docentes asturianos, decepcionados

Las medidas aprobadas ayer no han tranquilizado a los docentes asturianos. Sus representantes aseguran que están "decepcionados" y que "si antes había incertidumbre, ahora hay más". Echan en falta "concreción" y "liderazgo" por parte de la Administración estatal y, sobre todo, temen las consecuencias de mantener la actual ratio de alumnos, con aulas de hasta 33 niños en Secundaria. "El Ministerio quiere organizar una vuelta segura al colegio a coste cero, y eso es algo imposible", se lamentan. Piden más profesores, más personal en los centros y más recursos. En definitiva, más inversión.

La consejera de Educación del Principado, Carmen Suárez, lanzó ayer "un llamamiento de tranquilidad" a la comunidad educativa, aseguró que se priorizará la enseñanza en las aulas, especialmente para los más pequeños, pero advirtió que "la presencialidad podría variar si la situación epidemiológica lo aconsejara".

Pero el profesorado no se da por satisfecho. Insisten en la necesidad de reducir el número de alumnos por aula y alertan de la masificación de ciertos centros. "Hay alumnos casi en situación de hacinamiento, aulas con 33 y 27 niños en clases de instituto, conviviendo durante horas, seis horas diarias aproximadamente con personas que provienen de distintos ámbitos", indica el presidente de ANPE-Asturias, Gumersindo Rodríguez.