La Delegación del Gobierno en Canarias trabaja contrarreloj para disponer de centros adecuados con el fin de albergar al número cada vez mayor de migrantes que están llegando en patera a las costas canarias. La prioridad son instalaciones de Defensa en diferentes islas, pero también otro tipo de infraestructuras dependientes de la Administración estatal ante las dificultades que se están teniendo para disponer de locales de ayuntamientos y cabildos debido a la inminencia del inicio del curso escolar.

El viernes arribaron hasta ocho embarcaciones al sur de Gran Canaria, varias de ellas llegaron directamente a la costa turística de la Isla por sus propios medios sin que nadie las detectara, lo que provocó las críticas de la alcaldesa de San Bartolomé de Tirajana, la socialista Concepción Narváez, por los fallos en el Servicio Integral de Vigilancia Exterior (SIVE). En total fueron ocho pateras las que se contabilizaron desde la medianoche del viernes hasta la tarde, mientras que se tenía noticias de una embarcación que había salido desde la costa del antiguo Sahara pero que todavía no había llegado a las aguas canarias. En total al menos un centenar de migrantes, a algunos de los cuales se les estaba buscando por San Agustín.

Tres de las pateras fueron rescatadas por Salvamento Marítimo, mientras que las cinco restantes llegaron a la costa de Arinaga, El Berriel (cerca del Aeroclub o Castillo del Romeral), playa de Maspalomas, San Agustín y Tasartico. Una de las imágenes más impactantes que se difundieron por las redes sociales fue la de la embarcación que llegó a plena playa de San Agustín y los migrantes salieron huyendo de la zona. Las fuerzas de seguridad localizaron a cinco de ellos y se está buscando al resto.

Ante esta situación fuentes de la Delegación del Gobierno indicaron que se está trabajando para acelerar la búsqueda e implantación de una red estable de centros debido a la intensificación del flujo migratorio a las Islas, que se prevé que se incremente aún más en el último cuatrimestre del año. Las dificultades de las ONG para ofrecer instalaciones adecuadas ha provocado problemas en los últimos meses en la acogida de los migrantes, por lo que se buscan espacios alternativos a los actuales.

Nueva visita ministerial

En estos momentos se están ultimando cinco centros de Defensa en Tenerife, en concreto en La Laguna, en Gran Canaria y en Fuerteventura. Se trabaja a marchas forzadas para que las instalaciones estén en condiciones a tiempo para acoger a las personas que llegarán en pateras o cayucos en los próximos meses, y que, además, deberán hacer cuarentena por el Covid-19. La instalación de La Laguna es el cuartel de Las Canteras, una infraestructura de la que también se habló en la anterior crisis de los cayucos y que provocó un enfrentamiento político entre el Ayuntamiento de la ciudad y la Delegación del Gobierno.

La búsqueda de nuevos centros también se está acelerando ante la próxima visita a Canarias en septiembre del ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, junto a la titular de Política Territorial, Carolina Darias, con el fin de dar respuestas a las peticiones del Gobierno regional debido al fuerte repunte de la inmigración irregular de los últimos meses.

En unas declaraciones realizadas la semana pasada, Darias adelantó que en septiembre realizaría una visita junto al ministro Escrivá para gestionar nuevos espacios para la acogida de migrantes en las Islas. El Gobierno de España tiene "máxima implicación" en este asunto, y "Canarias es prioridad en todos los temas, pero especialmente en este", ahora que la ruta Atlántica ha vuelto a tomar fuerza a raíz del cierre de la del Mediterráneo, aclaró la ministra.

"Pronto se anunciarán nuevos espacios de acogida en la visita del ministro competente, Escrivá", que está programada para septiembre. También demandó la "colaboración" de los municipios canarios, que "son importantes en el modelo de cogobernanza, algo que ha llegado para quedarse", y para "buscar espacios adecuados" para esta necesidad humanitaria.

La nueva crisis de la inmigración irregular que llega a Canarias desde las costas africanas está poniendo en un aprieto tanto al Gobierno central como al canario después de las visitas que han realizado a las Islas en los últimos meses varios responsables de Interior, entre ellos el propio ministro Grande-Marlaska, y del departamento que dirige Escrivá. El viernes fue la propia alcaldesa de San Bartolomé de Tirajana, Concepción Narváez, la que cuestionó la eficacia del SIVE ante el goteo de pateras que llegaron a la zona turística del sur de Gran Canaria.

El sistema de vigilancia "no está funcionando correctamente", aseguró la regidora sureña, que reclamó que "los sistemas de vigilancia estén operativos, sobre todo porque las personas que llegan hasta nuestras costas deben ser debidamente atendidas y, del mismo modo que demandamos control y test en los aeropuertos, las personas que llegan de manera irregular deben ser controladas y reconocidas", dijo. Los fallos del SIVE han sido cuestionados en varias ocasiones por los partidos de la oposición, tanto Coalición Canaria como el PP.