El excomisario José Manuel Villarejo vio amenazado su estatus en la Policía en 2012 y, en su propio lenguaje, "sacó los dientes" con la advertencia directa de llevar "a la ruina" e incluso a la cárcel a la cúpula del PP y al primero de ellos al "barbas", es decir, al entonces presidente del Gobierno, Mariano Rajoy.

O al menos así lo contó a varios interlocutores años después, según consta en el sumario del caso Kitchen y han recogido los fiscales en el escrito en el que solicitan la imputación del exministro del Interior Jorge Fernández Díaz, la ex secretaria general del PP María Dolores de Cospedal y su marido, Ignacio López del Hierro, por el espionaje a Luis Bárcenas para robarle información comprometida para la cúpula del PP.

Fue el entonces director general de la Policía, Ignacio Cosidó, quien recibió la primera advertencia de Villarejo cuando le comunicó que iba a ser cesado. "Dile al 'barbas' que lo meto en la cárcel, a él el primero", le espetó.

"Me podrá meter en el maco, me podrá no se qué, pero le busco una avería que se caga, eh, le busco una avería que se caga", continúa diciendo Villarejo en relación con el "Asturiano", apodo con el que, según la Fiscalía, llamaban a Mariano Rajoy.

Al día siguiente le llamó la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, según su relato: "Me llamó la Cospe, joder no delates a nadie, que tal... Y yo, ¿cómo que no? Os busco la ruina a todos y al primero al 'barbas'. ¡A tomar por culo!".

Este es la narración que hace Villarejo en varias conversaciones, una de ellas con el excomisario Enrique García Castaño en febrero de 2017, tras el cese del segundo como jefe de la Unidad Central de Apoyo Operativo del cuerpo, y en la que le propone que utilice la información que obtuvo en la Operación Kitchen para chantajear a sus superiores.

Ante las sugerencias de Villarejo para que use la información de la que dispone, García Castaño, también imputado en esta pieza, le comunica que no tiene "nada", sólo "cuatro cosas", "del Bárcenas 'na' más (sic)".

"Tronco, una operación para coger, una operación para quitarle al Bárcenas los papeles que le comprometían al presidente. No me jodas macho, ¿eso qué es? Yo que tú, de verdad, eh, sacaba los dientes (...)", le contestó Villarejo.

Ese mismo día, el excomisario, en prisión provisional desde finales de 2017, le contó al empresario Adrián de la Joya y a un tercero que tiene al "Talla" (García Castaño) "totalmente", porque había conseguido que le diese una copia de la documentación: "Ya le he perdonado y tal, y le he dicho: 'Quiero una copia de toda la música esa que tienes y con eso sí te perdono, eh, del todo'".

Villarejo presumió ante sus interlocutores de ser "como diez notarios" y dijo que no le iba a "traicionar" si García Castaño no le hacía "una pirula más".

Y volvió a recordar en esta ocasión el episodio de 2012, cuando amenazó al exdirector de la Policía Ignacio Cosidó de llevar a la cárcel a Rajoy si lo cesaban.

Al respecto, De la Joya le contestó: "Tenemos todas las grabaciones entre Bárcenas y el puto Rajoy hablando de toda la mierda, las tenemos. ¿Cuánto dura esa grabación?"

La Fiscalía recoge más conversaciones en su escrito, muchas del exsecretario de Estado de Seguridad Francisco Martínez, también imputado y quien dijo sentirse abandonado por quienes -afirmaba- le habían encargado la operación para hacerse con la información que manejaba Bárcenas sobre cargos del PP.

En una de ellas, tras la sentencia del caso Gürtel que condenó a Bárcenas a 33 años de prisión y a su mujer, Rosalía Iglesias, a 15, Martínez pregunta a García Castaño si "Bárcenas juró venganza por lo de Rosalía (sic)".

"¿Qué tiene? ¿Qué puede hacer?", le inquiría el ex número dos de Interior, que preguntaba si tenía "material explosivo", dado que llevaba tiempo "amenazando". "Pues joder, a Rajoy y a más de uno", le respondió el excomisario.