La extensión de la pandemia de coronavirus, que suma 8.964 nuevos contagios, vuelve a azotar las residencias de mayores, donde se han detectado centenares de infecciones que han llevado a las autoridades a intervenir centros en Galicia y proceder a su medicalización en Andalucía. Según los datos facilitados este martes por el Ministerio de Sanidad, las comunidades notificaron 3.168 en las últimas 24 horas, con lo que la cifra total de contagios se eleva a 534.513, mientras que la de muertos suma 29.594, con 261 nuevos fallecimientos en los últimos 7 días.
En esta línea, y como en jornadas anteriores, un tercio de los nuevos contagios en las últimas 24 horas tuvieron su origen en Madrid, con 984 casos, comunidad que también notificó el mayor número de fallecidos (87), seguida del País Vasco, con 370 nuevos positivos; Andalucía, con 340; Navarra, con 260; y Aragón con 208. Con ello, la presión hospitalaria sigue muy dispar entre comunidades y Madrid se sitúa a la cabeza, con 2.508 ingresados (61 más que el lunes), lo que mantiene su tasa de ocupación en el 18%, al igual que Baleares sigue en el 13% (356), Aragón en el 12% (473), y el País Vasco desciende una décima, al 11% (445).
Actualmente, hay un total de 1.051 pacientes en las ucis de toda España, aunque son las madrileñas las más ocupadas (288), seguidas de Cataluña, con 149, y las de Andalucía, que anotan 120. En esta tesitura, con los nuevos incrementos de contagios, la incidencia en 14 días, que se situaba el lunes en 229, aumentó en 6 puntos, hasta 236; ya que 110.996 personas han recibido un diagnóstico positivo, aunque también varía mucho en función del territorio.
Preocupación entre los mayores
El avance de los contagios en las residencias de mayores preocupa especialmente a las autoridades y la Xunta de Galicia decidió este martes intervenir la gestión del centro DomusVi Lugo, en el municipio lucense de Outeiro de Rei, tras detectarse que 94 nuevos residentes se habían contagiado en las últimas horas, lo que eleva a 139 el total de casos. En esa misma provincia está intervenido otro geriátrico, el de O Incio, por un importante brote que ya suma 16 muertes, y que, a pesar de que se ha logrado estabilizar, afecta a 123 personas, entre usuarios y trabajadores.
Por su parte, la Junta de Andalucía prepara la medicalización del centro Puerto Luz de Valdelagrana en El Puerto de Santa María (Cádiz), donde las pruebas confirmaron que 106 residentes y 23 trabajadores están contagiados. Hasta el momento trece residentes positivos han sido trasladados a hospitales con los síntomas provocados por la covid, después de que el pasado día 31 de agosto se detectara el primer contagio en el centro en un residente que, por motivos de salud, precisaba salir a consultas externas semanalmente. Asimismo, el Gobierno de la Rioja estudia realizar test PCR a todo el personal de las residencias para proteger a la población «frágil de estos centros», en los que 72 usuarios dieron positivo a la covid, 3 más que en las últimas 24 horas.
Nuevas medidas
Además, las autoridades andaluzas pasaron ayer a considerar «contagio comunitario» en vez de brotes la situación en la provincia de Málaga, con 222 hospitalizados y 30 en la UCI, por lo que aconsejó a los ayuntamientos que limiten los eventos multitudinarios «a lo estrictamente necesario».
Para interrumpir la transmisión del coronavirus, la localidad riojana de Alfaro vivió ayer la primera de las siete jornadas de movilidad reducida, salvo los desplazamientos debidamente justificados, ya que en el municipio hay 265 casos activos, entre una población que no alcanza los 10.000 habitantes; y concentra un 27,5 % del total de los que existen ahora en la comunidad autónoma, unas restricciones que también sufren los habitantes de Ejea de los Caballeros (Zaragoza) desde esta medianoche, pues el Gobierno de Aragón ha decidido confinar perimetralmente el municipio ante el aumento de los contagios y se prohíben las entradas y salidas salvo para actividades laborales, educativas o para la asistencia al médico y hospitales.
MADRID CONFINA UNA CLASE EN SU REGRESO AL AULA
La restricción provisional se aplica en el Liceo Francés tras detectarse los síntomas en un alumno del centro
Si el pasado lunes eran cinco las autonomías que volvían a los colegios, este martes fue el turno de la Comunidad de Madrid, donde cerca de 412.000 escolares -los correspondientes al segundo ciclo de Educación Infantil (3-6 años) así como 1º, 2º y 3º de Primaria, y Educación Especial- comenzaron el curso de la covid con el refuerzo de 6.000 docentes y, especialmente, con nuevas normas como la bajada de ratios hasta un máximo de 20 alumnos en Educación Infantil (3-6 años) y Educación Primaria, y de hasta 23 alumnos en Primero y Segundo de la ESO, o distancia de seguridad de 1,5 metros.
«Ha sido un agobio», admitió el presidente del Consejo de Directores de Madrid, Óscar Martín Centeno, ya que en un primer momento se había previsto iniciar el curso en un escenario que no requería bajada de ratios, a pesar de que se contemplaban otros como el que finalmente se ha adoptado, de presencialidad total hasta 2.º de la ESO y semipresencialidad en adelante.
No obstante y pese a estos cambios, la jornada se saldó con notificaciones prácticamente nulas, ya que, al cierre de esta edición, tan solo una de las clases de primaria del Liceo Francés de Madrid estaba en confinamiento preventivo después de que un alumno notificara síntomas de padecer el virus tras estar en estrecho contacto con un caso positivo, según indicó una comunicación remitida el pasado lunes a los padres.Brote con tres contagios
Asimismo, estos datos de posibles contagios, que evolucionarán en los próximos días, tendrán detrás una alerta definida en todo el territorio, ya que como anunció este martes el consejero de Educación y Juventud de la Comunidad de Madrid, Enrique Ossorio, se considerará que hay un «brote» en un aula cuando haya tres o más contagios en la misma, aunque dependerá también de la tipología de la misma.
