El Govern ha publicado una declaración con motivo del tercer aniversario del 1-O que reclama "amnistía y autodeterminación" y considera que la actuación del Gobierno español en este conflicto supone "un auténtico ataque a las instituciones donde reside la soberanía del pueblo de Cataluña".

Tras la salida del ya expresident de la Generalitat Quim Torra del Govern, al confirmar el Tribunal Supremo su inhabilitación, el ejecutivo autonómico, que tiene al frente al republicano Pere Aragonès como presidente sustituto, ha hecho pública esta declaración en una jornada en la que no ha convocado ningún acto conmemorativo del 1-O, aunque Aragonès y la consellera Meritxell Budó asisten esta mañana a un acto convocado por Òmnium Cultural.

El gobierno catalán recuerda que el objetivo del referéndum unilateral del 1-O era decidir "el futuro político de Cataluña" y asegura que sigue siendo la herramienta que debe permitir "resolver el conflicto entre el Estado español y Cataluña" porque, reitera, "es un derecho irrenunciable" y es "una voluntad política ampliamente mayoritaria en Cataluña".

Considera que, ante las "urnas", "el Estado ha respondido sistemáticamente a través de la represión y la judicialización" y denuncia el uso de violencia policial contra los ciudadanos en los centros de votación del 1-O, las condenas a los políticos del procés o bien su marcha al extranjero.

"Una represión -añade el texto- que no se para, con causas abiertas a miles de catalanes y catalanas y que esta semana ha llegado al extremo de inhabilitar injustamente al muy honorable president Torra".

"Un auténtico ataque al Govern y al Parlament. Un ataque a las instituciones donde reside la soberanía del pueblo de Cataluña y desde donde, en buena parte, se ha construido un país que hoy quiere ser un estado plenamente libre en el seno de la Unión Europea".

Ante esta situación, el ejecutivo autonómico asegura que no se resigna y proclama que "el mandato del referéndum del 1 de octubre sigue vigente" porque no hacerlo, argumenta, supondría "asumir que la represión y la involución han vencido a las urnas".

El ejecutivo catalán propone "amnistía" y "autodeterminación" para que los catalanes "decidan libremente si quieren continuar formando parte de la Monarquía parlamentaria española o optan por la República catalana".

Consideran una "exigencia democrática que el Estado español vuelva al terreno de la política y la negociación y abandone la judicialización de la política y la represión de los aparatos del Estado".

El ejecutivo autonómico cree que el futuro pasa por superar la crisis de la COVID-19 "poniendo las bases de una Cataluña más justa, más próspera, más innovadora, más verde y más feminista".