El juzgado de vigilancia penitenciaria ha acordado mantener el tercer grado de la expresidenta del Parlament Carme Forcadell y la exconsellera Dolors Bassa mientras el Tribunal Supremo resuelve el recurso presentado por la Fiscalía contra el régimen de semilibertad que les concedió la Generalitat.

En sendos autos, el titular del juzgado de vigilancia penitenciaria número 1 de Barcelona descarta suspender el tercer grado de Bassa y Forcadell, como pidió el ministerio público argumentando que así está previsto de forma automática cuando se presenta recurso de apelación contra la clasificación penitenciaria.

El Tribunal Supremo tiene ahora sobre la mesa los recursos contra el tercer grado que la Generalitat otorgó a mediados del pasado mes de julio a los nueve líderes independentistas presos: a los siete reclusos de Lledoners se les suspendió a las dos semanas por orden judicial, mientras que Forcadell y Bassa lo siguen disfrutando desde entonces.

En sus autos, que pueden ser recurridos, el juez de vigilancia rechaza el argumento legal de la Fiscalía y opta por mantener la semilibertad de Bassa y Forcadell, alegando que la decisión de la Generalitat de clasificarlas en tercer grado no ha sido revocada, ya que él mismo la avaló.

Según el magistrado, dado que las reclusas se encuentran en situación de tercer grado desde que se inició la tramitación de su clasificación penitenciaria, "debe entenderse que prosiguen en tal situación en virtud de acuerdo administrativo de inmediata ejecución, que no ha sido revocado".

Bassa y Forcadell permanecen desde el pasado mes de julio en semilibertad -con lo que solo van a la cárcel a dormir, entre semana-, porque el juez de vigilancia número 1, del que dependen las prisiones de Puig de les Basses y Wad Ras en que cumplen condena, rechazó suspenderles el tercer grado que les concedió la Generalitat pese a los recursos presentados por la Fiscalía.

Por el contrario, el juzgado de vigilancia que tiene encomendado el control de la cárcel de Lledoners, pese a que también ha avalado el régimen de semilibertad otorgado, sí accedió a suspender a finales de julio el tercer grado de los siete políticos presos en ese centro penitenciario.

Los presos de Lledoners están a la espera de que el Supremo resuelva sobre los recursos de la Fiscalía y, mientras tanto, tienen sus salidas limitadas sin el régimen flexible de que disfrutaban en segundo grado gracias al artículo 100.2 del reglamento penitenciario, que les permitía salir para trabajar, cuidar familiares y hacer voluntariado.