El Gobierno marroquí fletó un avión para deportar a un centenar de senegaleses que habían naufragado en su viaje hacia las españolas islas Canarias, según informaron fuentes diplomáticas marroquíes.

Aunque dijeron desconocer el número exacto de deportados, el portal noticioso goud.ma afirmó que fueron exactamente 101 los pasajeros de ese vuelo de deportación.

Las fuentes explicaron que el vuelo, que calificaron de "repatriación humanitaria", partió de la ciudad saharaui de Dajla hacia Dakar, y que todo se hizo en coordinación con las autoridades de Senegal y "con pleno respeto de los derechos" de esos ciudadanos.

Los senegaleses viajaban en uno o varios cayucos que iban hacia Canarias en fecha no precisa y que naufragaron a la altura de la ciudad saharaui de Dajla, cuando su barco había hecho ya tres cuartas partes del trayecto total.

Tras naufragar, los emigrantes fueron socorridos por agentes marroquíes -presumiblente de la Marina Real- que los llevaron a tierra y prestaron asistencia humanitaria antes de organizar su expulsión.

No es este el primer vuelo de deportación organizado por Marruecos a países africanos: al menos otros cinco han salido entre fines de septiembre y principios de octubre hacia Dakar (dos), Bamako (dos) y Conakry, llevando todos a emigrantes de esos países encontrados en situación irregular.

Toda la costa atlántica desde el sur de Marruecos hasta Senegal es escenario desde el verano de un inusual tráfico de pateras y cayucos en los que miles de personas, marroquíes y senegaleses en su mayoría, tratan de llegar a las islas Canarias como puerta de entrada en la Unión Europea, aunque muchos de ellos terminen siendo deportados.

Ayer mismo, un grupo de 22 personas (20 senegaleses, un mauritano y un guineano) fueron deportados en un vuelo fletado por el ministerio español del Interior desde Gran Canaria hasta la ciudad de Nuadibú, y desde allí expulsados por Mauritania hacia Senegal.