El pazo de Meirás contará "toda la historia", desde la etapa de Emilia Pardo Bazán hasta la actualidad y sin soslayar su uso como residencia oficial de verano del dictador Francisco Franco, ni tampoco el modo en que fue adquirido, mediante cuestaciones forzosas y aportaciones públicas en plena Guerra Civil. Es el principal acuerdo que han alcanzado el Gobierno, la Xunta, la Diputación y los ayuntamientos de Sada y A Coruña en la primera comisión técnica de seguimiento. Las administraciones han reconducido sus diferencias sobre los usos y han acordado firmar un convenio interadministrativo para asumir provisionalmente la gestión y mantenimiento de este inmueble hasta que una sentencia aclare de forma definitiva la titularidad, que la Justicia ha reconocido inicialmente al Estado.

A la hora de establecer el nuevo relato, la comisión de seguimiento contará con el asesoramiento de expertos. Entre otros, Carlos Babío, Manuel Pérez Lorenzo, Xosé Manoel Núñez Seixas y Emilio Grandío, que ya participaron en las comisiones de Xunta y Diputación para analizar las vías que permitiesen recuperar el inmueble y que ayer mantuvieron un encuentro con el secretario de Estado de Memoria Democrática, Fernando Martínez.

Las administraciones volverán a reunirse dentro de un mes para avanzar en las gestiones. El objetivo que se marcan es que este Bien de Interés Cultural reabra el 25 de enero, aunque solo sea los jardines. El secretario de Estado de Memoria Democrática coincidió en la necesidad de apurar los trámites, pero evitó fijar fechas para la apertura del interior del pazo y apeló a la existencia de "graves" desperfectos en algunas de las estancias no visitables del pazo.

"Lo hemos encontrado en una situación realmente preocupante, en muy malas condiciones, antes de abrirlo habrá que asegurarlo desde el punto de vista de la seguridad y arquitectónico", explicó el responsable estatal, que recalcó que la intención del Gobierno es que abra cuanto antes, pero una vez solventadas las deficiencias y realizados los cambios precisos para adaptar el interior al nuevo relato: "Debe ofrecer otro relato, que no sea el enaltecimiento del dictador que se observa ahora nada más entrar", incidió.

El conselleiro de Cultura, Román Rodríguez, que se había mostrado partidario de priorizar el legado de Pardo Bazán, "aunque sin olvidar que el pazo vivió un dictador", recalcó ayer que el inmueble debe contar "el relato completo" y se congratuló de la "coincidencia general" sobre los usos, "más allá de cuestiones específicas y porcentuales". Según ha podido saber este diario, el responsable autonómico atribuyó a una confusión las críticas que suscitó su propuesta de plan de usos entre el Concello de Sada y la Diputación, que le acusaron de usar a Emilia Pardo Bazán como "excusa" para obviar el franquismo.

A la salida del encuentro, Román Rodríguez recalcó que el pazo deberá restituir a su primera propietaria, una "de las grandes intelectuales gallegas y europeas" y una "pionera del feminismo", pero sin "olvidar que ahí vivió un dictador". "Tenemos que generar un relato sobre la supremacía de los valores democráticos". Román Rodríguez propuso que se incorporen al grupo de trabajo las áreas de cultura e igualdad de las distintas administraciones para lograr un "proyecto global" y apuntó a la importancia de programar actividades y jornadas para que el pazo "tenga vida propia".

El alcalde de Sada, Benito Portela, se congratuló del "amplio consenso" que reinó en el encuentro, y puso el acento en la necesidad de contar con los colectivos de recuperación de la memoria democrática para resignificar y musealizar este BIC. Portela destacó que el pazo debe ofrecer un relato que parta de Emilia Pardo Bazán, incluya los años de semiolvido del inmueble previos a su adquisición por la junta pro pazo para Franco y abarque también la etapa de "olvido y permisividad" ya en democracia, y todos los movimientos de recuperación que culminaron con la sentencia histórica. El regidor sadense pidió también que la ley de memoria democrática recoja una disposición específica sobre el pazo de Meirás para darle "la importancia que se merece".

El diputado Bernardo Fernández y el edil de Memoria Histórica de A Coruña, Javier Celemín, se congratularon también de la sintonía que reinó en la reunión y expresaron su confianza en que el pazo abra cuanto antes con un nuevo relato que cuente toda la historia.