El ministro de Justicia, Juan Carlos Campo, ha reiterado este lunes desde el Congreso de los Diputado su llamamiento al PP a "arrimar el hombro" para lograr un acuerdo para la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) --que lleva pendiente dos años--, si bien al mismo tiempo ha defendido la propuesta de PSOE y Unidas Podemos de impedir que un CGPJ pueda hacer nombramientos discrecionales mientras dicho acuerdo no llegue.

"Les pido que recapaciten, que vuelvan a la senda constitucional completa y recapaciten en la renovación de los órganos constitucionales, porque saben que no hay alternativa", ha instado al PP durante una comparecencia en la Comisión de Justicia.

Campo ha incidido en la idea de que la renovación del CGPJ es un mandato constitucional que compele tanto al PSOE como al PP porque son quienes pueden conformar la mayoría de tres quintos que actualmente establece la Carta Magna para designar a los doce vocales procedentes del turno judicial. "El constituyente quiso que quienes forman los tres quintos contribuyan y arrimen el hombro, y ahí entran ustedes. Por tanto, contribuyan", les ha urgido.

El ministro ha confiado en que el bloqueo impuesto por el PP "se remedie pronto", pero hasta entonces ha defendido que "no puede pararse el reloj de la democracia", reivindicando que la voluntad del constituyente del 78 también era clara al establecer que el CGPJ debía renovarse pasados cinco años.

Así, ha respaldado la última proposición de ley presentada por PSOE y Unidas Podemos para limitar las funciones de un CGPJ caducado y ha llamado a "que nadie se asuste", esgrimiendo que la actual Ley Orgánica del Poder Judicial (LOPJ) ya plantea algunas restricciones. "Por tanto, no estamos rompiendo un techo de cristal, es profundizar en una idea a la que nos aboca una situación", ha sostenido.

Reproches de Podemos

El presidente del grupo parlamentario de Unidas Podemos en el Congreso, Jaume Asens, ha recriminado este lunes al ministro de Justicia, Juan Carlos Campo, que haya incumplido su promesa de reformar el delito de sedición antes de fin de año y le ha urgido a no demorar más ese compromiso y a hacerlo con realidad "con valentía".

Asens ha aprovechado la comparecencia de Campo ante la Comisión de Justicia del Congreso para echarle en cara que esa reforma no sólo no se ha hecho sino que sigue sin fecha para convertirse en realidad porque, después de anunciar que estaría lista para 2021, Campo se "desentendió".

"No es serio", se ha quejado, a la vez que preguntaba al ministro cuánto tiempo necesita su departamento para estudiar cómo está tipificado este delito en los códigos penales europeos y le recordaba que los condenados por el proceso independentista catalán llevan ya tres años en la cárcel.

Tras reprochar también a Campo que tampoco se haya pronunciado aún sobre la propuesta en esta materia que le hizo llegar hace un año Unidas Podemos, Asens ha insistido que ahora "es el momento de pasar de las palabras a los hechos" y de "tomar cartas en el asunto" porque "el tiempo apremia".

Cabezonería y deber moral

"Cada día que pasa sin abordar esta reforma es un día más de injusticia, una injusticia que no es inocua porque genera desafección y sirve a los independentistas para señalar que España es irreformable", ha aseverado, incidiendo en que esta situación afecta negativamente a la convivencia en Cataluña.

"Puedo pecar de cabezonería por insistir en esto cada vez que le tengo delante", ha apuntado Asens, haciendo referencia al "no seas cabezón" que la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, le espetó la semana pasada al vicepresidente y líder de Podemos, Pablo Iglesias, durante una conversación entre ambos en el Congreso.

Asens ha dejado claro al ministro que no cesará en su reclamación porque la considera "un deber político y moral" y porque, a su juicio, este tema "no se puede prolongar más por un cálculo de oportunidad ni de partidismo". Asimismo, ha recalcado que al Gobierno no le debe "temblar el pulso" ante lo que pueda decir la derecha, porque le va a criticar haga lo que haga. "Hay que actuar con valentía", ha concluido.

En su respuesta a Asens, Campo le ha agradecido que haya estado "menos bravo que en otras ocasiones", pero le ha precisado que, en esta materia, no puede hablar de "promesas incumplidas", incidiendo en que son cuestiones importantes que sobre las que no se puede legislar a la ligera.

No romper la proporcionalidad

"No son promesas incumplidas, se cumplirán, pero tienen su tiempo y hay que reposarlas", se ha justificado, señalando que se trata de una reforma de "enorme calado". En este punto ha subrayado que es necesario estudiar el derecho comparado, y que se atiende cada estudio que llega al ministerio sobre esta cuestión.

"Se está haciendo con sosiego, es necesario que abordemos la descripción fáctica normativa, los bienes jurídicos a proteger y las consecuencias jurídicas anudadas a su infracción para no romper esa proporcionalidad que exige la construcción de un Derecho Penal, que es un instrumento tan potente", ha expuesto.

"Estamos en ello", ha resumido, pero sin fijar horizonte temporal alguno. Tan sólo ha mostrado su deseo de que no haya que hablar de "años" y de que la propuesta que se apruebe en el Consejo de Ministros pueda contar en su momento con el "gran respaldo" del Congreso.