Tras el repunte en el número de contagios que experimenta la comunidad después de las fiestas navideñas, la Junta de Andalucía ha decidido endurecer las restricciones con el objetivo de frenar la evolución de la tercera ola. Así, se adelanta el toque de queda a las 22 horas extendiéndose hasta las 6 de la mañana. Así lo ha anunciado el presidente del Ejecutivo andaluz, Juanma Moreno, tras presidir la reunión del Consejo Asesor de Alertas de Salud Pública de Alto Impacto, también referido como Comité de Expertos.

El horario comercial vuelve a contraerse hasta las 20 horas así como el de la hostelería y la restauración, que podrán permanecer abiertos hasta las 18 horas, eso sí, las cafeterías contarán con unas horas más, hasta las 20 horas, aunque queda prohibida la venta de alcohol. Las reuniones sociales se mantienen limitadas a seis personas no convivientes.

Sobre el servicio de comida a domicilio, se podrán hacer encargos por teléfono y el reparto a los hogares podrá realizarse hasta las 23:30 horas.

En cuanto a la movilidad, persiste el cierre perimetral de la comunidad autónoma -que se desactivó entre el 23 de diciembre y el 7 de enero por reagrupación familiar debido a las fiestas navideñas-, por lo que solo se podrá salir por causas debidamente justificadas. Además, continúan permitidos, por ahora, los desplazamientos entre provincias. Esta última medida se revisará "de forma continua" y se limitará en cuanto el comité de expertos lo considere oportuno.

No obstante, se prolonga el cierre perimetral de los ocho municipios del Campo de Gibraltar y el municipio de Añora en Córdoba, que se encuentran en estado de alerta 4 nivel 2, según ha alertado Moreno.

Sobre la reanudación del curso escolar en la etapa obligatoria, el presidente de la Junta ha aclarado que se desarrollará con normalidad y en el caso de la Universidad, se mantendrán las clases online en zonas en nivel 4 de alerta.

Estas normas entrarán en vigor en la madrugada del próximo domingo y estarán vigentes hasta el 25 de enero.

Salvar la Navidad, el desencadenante

Sobre si la relajación de las restricciones que buscaban "salvar la Navidad", tal y como esperaba la Junta con el plan de desescalada en dos fases, ha sido el desencadenante del auge de los nuevos contagios, Juanma Moreno ha defendido que la comunidad se encontraba en una situación "óptima" para tomar esa decisión.

"Éramos los últimos de la España peninsular", ha subrayado, refiriéndose a la incidencia del virus en la región entonces, la más baja de la península, solo por encima de los archipiélagos y las ciudades autónomas. "Como estábamos en la cola, tenía mucho sentido. Creo que hicimos lo correcto. Sabemos que sube la tercera ola, nos afecta y por eso nos vamos preparando y ya estamos tomando medidas de nuevo".

La relajación de las medidas durante la Navidad venían a "cubrir dos necesidades", según ha explicado el popular. Por un lado, permitir un "mínimo de reencuentro entre familiares que llevaban un año sin verse" y por el otro, generar una "válvula de escape" para el sector más dañado, esto es, el comercio, la hostelería y la restauración.

"La tercera ola sabíamos que llegaría y ya se está empezando a hacer notar", ha añadido Juanma Moreno.