El vicepresidente segundo del Gobierno y líder de Podemos, Pablo Iglesias, se ha querellado contra un coronel del Ejército retirado que le acusó de poner en peligro la seguridad nacional por favorecer los intereses de terceros países como Venezuela, Irán o Marruecos y facilitarles información clasificada, lo que constituiría un delito de traición.

Iglesias ha optado por presentar esta querella, a la que ha tenido acceso EFE, tras haberse celebrado el pasado 3 de noviembre un acto de conciliación en el que el ahora querellado, D.C.L, "pese a reconocer que los artículos e intervenciones en televisión son ciertos, consideró que no es cierto que supongan injurias o calumnias de ningún tipo".

Sin embargo, los abogados de Iglesias creen "incuestionable" que sus afirmaciones constituyeron "una atribución clara y contundente" a Iglesias "de hechos concretos constitutivos de delitos de extrema gravedad, que no sólo dañan su honor e imagen personal y política, sino como integrante del gobierno de España".

"No nos encontramos ante una crítica a su actuación política o en cuanto miembro del gobierno, sino que se le acusa de trabajar para potencias extranjeras (lo cual constituiría un delito de traición), de facilitar información clasificada a terceros países, ya sea de forma dolosa o imprudente (delito de revelación de secretos relativos a la defensa nacional), de tener vinculaciones con el narcotráfico, el terrorismo internacional y el blanqueo de capitales".

Todo ello, añade la querella, lleva al querellado a denunciar que la presencia de Iglesias en el gobierno "es peligrosa para la seguridad nacional".

"No puede haber ataque más grave a la integridad moral de un gobernante que afirmar que el mismo trabaja para potencias extranjeras; máxime cuando aquél procede de una persona cuya condición de militar y exintegrante del CESID le dotan de un aura de ética y credibilidad que hace presumir que sus manifestaciones son veraces", destaca el escrito.

El hecho además de haberse realizado de forma pública y con "una importantísima" difusión, contribuye "a un mayor menoscabo del honor y reputación" de Iglesias.

De este modo, entienden que los artículos publicados por el querellado en medios digitales o sus intervenciones en programas de televisión de Youtube no están amparados en la libertad de expresión y serían constitutivos de un delito de calumnias con temerario desprecio a la verdad, o, en todo caso de injurias.

Esto es así, argumentan, porque el querellado acusa a Iglesias de hechos delictivos "de cuya absoluta falsedad tiene perfecto conocimiento, como pone de manifiesto el hecho de que, si realmente fueran ciertos y estuviesen contrastados, como afirma, habría puesto las pruebas en manos de las autoridades competentes. Máxime teniendo en cuenta el peligro que, según invoca, corre la seguridad nacional"

En uno de los artículos objeto de la querella, el coronel retirado aseguraba, citando a un periodista colombiano, que Iglesias, Juan Carlos Monedero y el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero, "han cobrado dinero procedente de desfalcos y del narco venezolano" desde el año 2005.

También dijo que el líder de Podemos proporcionó pasaportes falsos a terroristas de Hezbolá, que también iba a proporcionárselos a Delcy Rodríguez, y que colaboró "en la huida de Pablo Romero, jefe de Inteligencia con Correa, y reclamado por la Interpol."

También el querellado pasa a atribuir a la que fue asistente de Iglesias cuando era eurodiputado en Estrasburgo, Dina Bousselham, la condición de "espía de Marruecos", para concluir: "las vinculaciones con el narcotráfico, el terrorismo y los intereses marroquíes de un miembro del Consejo de Ministros, afectan gravemente a la seguridad nacional, e inciden negativamente en la eficacia e imagen del Ministerio de Defensa y del CNI, instituciones encargadas de protegerla".