La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha reclamado al Gobierno central en relación a las vacunas que no se cambien las reglas a mitad de juego y que no se mire a las comunidades autónomas "por colores políticos".

Desde Villamanrique de Tajo, donde ha visitado algunos de los puntos del municipio afectados por la borrasca 'Filomena', Ayuso ha tildado de "absoluto error y falta de respeto a todas las personas que están trabajando en la consejería de Sanidad, los técnicos sanitarios y para los ciudadanos de Madrid" que el Gobierno central quiera cambiar las reglas del juego".

"Nosotros respetamos el trabajo que hace cada comunidad autónoma y cada una ha considerado hacer la vacunación de una manera. La nuestra era ir a los más débiles y a los sanitarios guardándonos una segunda dosis porque al haber tan pocas nos garantiza que no se pierda el efecto", ha argumentado.

La presidenta regional ha añadido que "además Pfizer dice que durante unos días va a tener dificultades", de los que se desconocen los motivos, algo que va a "afectar gravemente a Madrid". "Yo no sé qué más tiene que ocurrirnos en Madrid desde el punto de vista sanitario para que no se nos ayude", ha lanzado.

Ayuso tiene claro que si ella estuviera al frente del Gobierno central iría "a Europa o donde sea, a donde fuera, a cualquier rincón de la tierra a buscarlas y haría cuantas gestiones para hacer llegar cuantas más, como hacen otros países".

Urkullu dice que sería "injusto"

En la misma línea, el lehendakari, Iñigo Urkullu, ha afirmado este sábado que modificar el modo de repartir las vacunas entre las comunidades autónomas para garantizar la segunda dosis en aquellas que "no han hecho previsión" sería una decisión "injusta para Euskadi".

El País Vasco es la región que menos vacunas contra la covid-19 ha puesto debido a su estrategia de guardar la mitad de las dosis para garantizar la segunda inoculación que requiere la vacuna de Pzifer-BioNtech y asegurar así la inmunidad a la persona vacunada.

El ministro de Sanidad, Salvador Illa, ha explicado que España recibirá la próxima semana el 56% de las dosis de Pfizer previstas -205.725 dosis en lugar de 360.000- y que todas las personas que recibieron la primera dosis y cuya segunda les corresponde la próxima semana "van a recibirla".

En la práctica esto se traduciría en que las comunidades autónomas que más vacunas administraron en la primera semana de la campaña recibirán más dosis para garantizar que se completa el ciclo de vacunación, lo que sería una decisión "injusta para Euskadi", ha escrito el lehendakari en las redes sociales.

"Llevaría a tener que denunciar una carrera alocada por vacunar 'a cualquier precio', que se ha demostrado ineficaz y peligrosa", ha advertido Urkullu, al tiempo que ha añadido: "Mientras sigan existiendo exclusivamente vacunas de dos dosis fabricadas por un único fabricante, es imprescindible que las comunidades autónomas garanticen el stock suficiente para completar la vacunación".

La vacunación contra la covid-19 afecta "al bien común" y no debe encararse como "si todo esto fuera un concurso-carrera o competición", sino que hay que "actuar anticipando posibles roturas de suministro". "No olvidemos que estas empresas tienen que suministrar vacunas a cientos de millones de personas en todo el mundo", ha añadido.

En Euskadi la aplicación de la segunda dosis arrancará este domingo, ya que se cumplen 21 días desde la inoculación de la primera en tres residencias vascas. En concreto, la vacunación comenzó el pasado 27 de diciembre tras recibir las 405 primeras dosis de este preparado que se repartieron en tres residencias de ancianos, una por cada territorio.