El diputado electo de la CUP en el Parlament Carles Riera ha admitido este lunes que ahora están "muy lejos" de plantearse la posibilidad de entrar en el Govern, destacando que su implicación institucional será mayor o no en función del grado de acuerdo al que lleguen con el resto de partidos para aplicar un programa que pase por ejercer el derecho a la autodeterminación, la amnistía y un plan de choque social, entre otros aspectos.

"Si avanzamos en estos objetivos, más altas serán las probabilidades de que asumamos responsabilidades de Govern. Si nos alejamos, tendremos que tener un posición de presión desde fuera, desde la oposición y desde la movilización social", ha sostenido en una entrevista en La2 y Ràdio 4 recogida por Europa Press.

Según Riera, están dispuestos a asumir todas las responsabilidades que sean necesarias para llevar a cabo su programa y objetivos "sin que la represión pueda suponer un límite", y deben analizar si para conseguirlo es mejor participar en el Govern, apoyarlo desde fuera o estar en la oposición, asegurando que es posible que, a lo largo de la legislatura, puedan haber cambios de escenarios en este sentido.

En su opinión, las elecciones del 14 de febrero reforzaron la mayoría independentista en Cataluña y se evidenció también "un giro a la izquierda" de este movimiento y en el conjunto del Parlament, y ha avisado a Junts de que deberán asumir este giro en las políticas públicas si quieren seguir negociando con ellos.

Después de que la CUP ya se haya reunido con ERC y Junts, Riera asegura que el partido de Carles Puigdemont no es de izquierdas y tiene a representantes "de las políticas neoliberales más extremas como Ramon Tremosa y Damià Calvet".

También ha apuntado que no tienen "ningún problema en formar parte de la Mesa del Parlament y desobedecer al Tribunal Constitucional aunque esto implique represión, siempre que también implique defender la soberanía del Parlament".

Así, ha explicado que están dispuestos a formar parte de la Mesa de la Cámara catalana, hasta el punto de que no cierra la puerta tampoco la opción de presidirla si llegan a un acuerdo al respecto con el resto de formaciones siempre que se garantice que el Parlament defenderá "con soberanía los derechos de la ciudadanía".

"La Mesa debe garantizar que en el Parlament se pueda hablar y votar de todo, y que cuando vengan las instituciones del Estado a restringir los derechos de la ciudadanos, nosotros nos plantaremos", ha reclamado Riera, tras asegurar que llevan cuatro años ofreciéndose para estar en la Mesa y que Junts y ERC no les han escuchado.

Diálogo con el Estado

Para Riera, hay que crear "un escenario de conflicto y de confrontación con el Estado que haga inevitable" un diálogo con el Estado que ponga sobre la mesa el referéndum y la amnistía para resolver el conflicto catalán.

Esto, ha añadido, será posible con "un nuevo ciclo de movilización social y desobediencia civil, actuando con soberanía desde el Parlament y creando las condiciones para una diplomacia pública" que les refuerce a nivel internacional.

"¿ERC lo quiere hacer dialogando con el Estado? Les esperaremos en el andén, y cuándo vuelvan con la maleta vacía volveremos a hablar", ha apuntado.

Movilizaciones por Hasél

En relación a las movilizaciones de estos últimos días por el encarcelamiento del rapero Pablo Hasél, ha defendido que son "necesarias e imprescindibles" y considera que son una reacción lógica ante, a su juicio, la acumulación de malestar que hay actualmente.

"En estas movilizaciones, en el origen de la violencia siempre hay una actuación policial desproporcionada. En todos los casos. La actuación policial ha tenido orientación evidente de provocar conflicto y violencia, y han actuado con brutalidad desproporcionada", ha lamentado.

Además, ha diferenciado las protestas por Hasel de episodios como los asaltos a comercios, destacando que estos actos están "fuera de lo que es el marco político de las movilizaciones y su objetivo".

Según Riera, no se puede comparar ninguna violencia con el hecho de que una persona pierda un ojo, como ha sucedido, y ha añadido que pueden haber indicios y pistas que indiquen que, detrás de algunos altercados, vengan de "una infiltración policial para provocar esta espiral de violencia".