El expresidente del Gobierno José María Aznar ha llamado este martes a que el PP sea "un polo de atracción para evitar que los extremos crezcan" y a dar la batalla de las ideas, aunque ha señalado que es el actual líder del PP, Pablo Casado, quien debe marcar el camino.

El Instituto Atlántico de Gobierno y la universidad Francisco de Vitoria han organizado este martes un acto de reflexión sobre los Gobiernos de Aznar en el 25 aniversario de su primera victoria electoral, al que ha acudido el presidente del PP, Pablo Casado.

Aznar recomienda a Casado ir a los “elementos básicos” porque “varía la forma de hacer pero no varía el fondo político", y ha aludido a la disciplina fiscal, las rebajas fiscales, "mantener la casa en orden" o a la ambición exterior.

El expresidente del Gobierno ha deseado a quien fuese su pupilo político "mucha suerte" y ha sostenido que cuando se tiene la responsabilidad de ser uno de los "actores importantes" es necesario "marcar el camino".

Le ha animado a dar la batalla de las ideas porque “es imposible recetar bien si no se tiene la idea de lo que hay que recetar” y no se puede optar por la “indefinición”, un rasgo que a su juicio caracteriza a los actuales dirigentes, "capaces de hacer cualquier cosa con tal de seguir”.

Convertirse en un "polo de atracción funcionó en su momento" pese a que hubo "momentos muy complicados", ha reconocido Aznar, que ha señalado que cuando él presidía Castilla y León el CDS de Adolfo Suárez "estuvo a punto de sorpasar a la Alianza Popular de Fraga".

De su victoria en marzo de 1996 ha destacado que sirvió para desmontar dos negaciones: que no existía alternativa al Gobierno del PSOE y tampoco a sus políticas, que las medidas de corte liberal no eran posibles.

“Se había trabajado en unir todo lo que estaba a la derecha de la izquierda, en hacer tarea de oposición y en definir un proyecto muy claro que los españoles conocían y supieron apreciar”, ha agregado Aznar.

Y ha argumentado que de Felipe González heredó un país mejor que el del 76, pero con problemas que "no se habían desatascado" y que bajo su Gobierno se produjo una "revolución social" con 5 millones de puestos de trabajo, la mitad "para las mujeres".

La entrada de España en el euro, acabar con la idea del "empate infinito" -que no hubiese ni ganador ni perdedor respecto al terrorismo-, en su opinión el germen del fin de ETA, o finalizar el "desencuentro histórico" entre el centroderecha nacional y el periférico son otros de los elementos que Aznar ha destacado de su legado.