Las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado registraron 601.416 infracciones penales con las mujeres como víctimas entre el 1 de enero de 2015 y el 31 de diciembre de 2019. De todos esos delitos, 305.271 fueron actos de violencia psíquica, 233.577 agresiones físicas, 44.333 ataques de violencia sexual y 18.235 de violencia económica.

Son los principales datos del Informe sobre Violencia contra la Mujer 2015-2019 que ha presentado este miércoles el Ministerio del Interior. El estudio incorpora información recogida por Guardia Civil, Policía Nacional, Mossos d’Esquadra, Policía Foral navarra, Ertzaintza y todas las policías locales que facilitan datos al Sistema Estadístico de Criminalidad. Se trata pues del primer informe con participación de todas las fuerzas de seguridad españolas, y del estudio de criminalidad sobre la mujer más completo conocido en este país hasta ahora.

Según el estudio, más de la mitad (51%) de los delitos conocidos por las fuerzas policiales han sido ataques psicológicos. Este delito tiene más frecuencia sobre mujeres de edades comprendidas entre los 31 y los 40 años. La violencia física se da con más frecuencia contra las mujeres jóvenes, de entre 18 y 30 años. La violencia sexual encuentra su grupo de víctimas más numeroso entre las menores de edad.

Agresor cercano

Es un dato destacable del informe el hecho de que de todos los casos de homicidio conocidos, solo un 20% vinieron precedidos por denuncias previas de algún tipo de violencia.

La pareja o la expareja aparece en el retrato estadístico como la causante del 70% de los delitos. Estas tipologías penales han crecido un 18% en el lustro estudiado, y dentro de esa escalada, la violencia doméstica sube un 7,3%.

Más del 64% de los casos conocidos por las Fuerzas de Seguridad han tenido lugar en el domicilio o aledaños de la vivienda, y en un 48,8 existía convivencia entre la víctima y el agresor.

Veranos negros

Un 75 por ciento de las mujeres que han sido víctimas de estos delitos son españolas, según los datos recogidos por las fuerzas policiales.

En la casuística de la violencia contra la mujer en España se observa una estacionalidad, siendo los meses de julio a septiembre los que más datos de esta criminalidad arrojan. Así mismo, en la estadística se observa una tendencia de crecimiento de los delitos hasta 2019.

La violencia de género representa el 68% de los delitos conocidos, y la doméstica (hechos cometidos en la esfera familiar en la que la víctima no es pareja o expareja del agresor) el 12%.

La edad de las víctimas de violencia de género denunciantes muestra una meseta estadística mayoritaria entre los 18 y los 40 años. En los extremos del estudio por edad, figuran un 2,6% de menores de edad y 2% de mayores de 65 años. En esos picos de edad, especialmente el de las mujeres mayores, se esconden grandes filones de infradenuncia.

Los autores del estudio estiman que solo el 30% de los casos de violencia contra la mujer llegan a ser denunciados, y de esos, y solo el 20 por ciento de situaciones de violencia de género llega a ser denunciados.

La violencia sexual es el tipo de ataque que menos se denuncia, con un 4% de los casos estimados, seguida del acoso, con un 16,6%.

Violencia y edad

El tipo penal de los malos tratos se da en el 61,6% de los casos denunciados o detectados por las policías, y un 7,7% son quebrantamientos de órdenes de alejamiento.

La relación violencia física/violencia psíquica evoluciona de un extremo a otro según sube la edad de la víctima, reduciéndose la diferencia estadística entre ambas. La violencia psíquica es más importante en las franjas de edad más avanzada.

La violencia sexual representa el 7% de los delitos conocidos, mostrando el agresor preferencia entre las menores de edad. Los tipos más violentos, agresión sexual y agresión sexual con penetración, se hace mayoritaria en el grupo de víctimas comprendidas entre los 18 y los 30 años de edad.

La edad adulta es la habitual en los casos de violencia económica, la única de las violencias contra la mujer en las que no se observa estacionalidad. El impago de prestaciones representa el 91,8% de estos delitos, con un perfil mayoritario de la víctima comprendido entre los 31 y 40 años.

Lugares con turismo

Por escenarios de comisión de los delitos, resulta destacable que un 23,1% tienen lugar en vías de comunicación. Y por espacios geográficos, el estudio refleja una especial incidencia, o acumulación de victimizaciones, en las autonomías de Baleares, Melilla y Canarias, y, por provincias, en las de Las Palmas, Alicante y Almería, teniendo en cuenta la tasa de delitos por 1.000 habitantes.

La violencia física se acumula más en Melilla y Baleares; la psíquica, en Baleares, Melilla y País Vasco; la sexual, en Baleares, Melilla y Canarias, y la económica en Ceuta, Murcia, Canarias y Catalunya, con incidencia destacada en Tarragona.

Esta visión geográfica de la criminalidad contra la mujer se complementa o cruza con la estacionalidad del fenómeno, arrojando una explicación para estas concentraciones: la mayoría de esas zonas son áreas turísticas con gran afluencia de visitantes estivales

Mejoras

El informe, que utiliza una metodología sin precedentes, responde a un “compromiso del Ministerio del Interior por visibilizar todas las formas de discriminación y violencia que han sufrido las mujeres”, ha explicado María Jesús Cantos, jefa del Área de Violencia de Género de la Secretaría de Estado de Seguridad. En su opinión, este estudio retrata “una violencia ejercida contra la mujer por el hecho de serlo, por ser consideradas las víctimas por sus agresores como carentes de los derechos mínimos de libertad, respeto y capacidad de decisión”.

El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, anunciará el próximo día 5 un paquete de medidas para incrementar la efectividad de la lucha de las fuerzas de seguridad contra este tipo de delitos. Se hará incidencia en lo que María Jesús Cantos denomina “áreas de mejora”.

Dos de ellas consistirán en una revisión de los planes preventivos de estas violencias y en un intento de reducción de la infradenuncia.