El secretario general de JxCat, Jordi Sànchez, ha advertido este martes a ERC de que todavía no se dan las condiciones para alcanzar un acuerdo "sólido" para formar Govern, que puede llegar en los próximos "días o semanas", una horquilla que no garantiza que Pere Aragonès pueda ser investido este viernes.

Lo ha dicho en una conferencia titulada "Un gobierno para hacer, un gobierno para ser", donde ha fijado la posición de JxCat tras el anunciado preacuerdo entre ERC y la CUP y ha afirmado que las "urgencias" de Cataluña no se resuelven "con un pacto de investidura" sino con un acuerdo para "toda la legislatura".

Sànchez ha recalcado que JxCat "no especulará" con una posible repetición electoral, ni pedirá a ERC que cambie a su candidato a la presidencia de la Generalitat, ni propondrá un candidato propio, si bien ha expuesto cuáles son los ejes que debe contener un acuerdo de gobierno. 

"No necesitamos compromisos vacíos de contenido ni mucho menos avales a ciegas. Un gobierno de coalición requiere unas confianzas y unas lealtades entre los socios desde primer hasta el último día", ha avisado Sànchez, que ha dicho que JxCat tampoco quiere "un Vietnam" en el Govern sino un ejecutivo "fuerte" que dé "estabilidad" a la legislatura.

El anuncio de Sànchez de situar el acuerdo para los próximos "días o semanas" enfría la posibilidad de que Aragonès sea investido este viernes, cuando la presidenta del Parlament convoque el debate de investidura: Los 9 votos de la CUP, sumados a los 33 de ERC, son necesarios pero no suficientes para investir a Aragonès, que debería atar también el apoyo de los 32 diputados de JxCat.

"No hay nada que impida un acuerdo de legislatura para los próximos días y semanas. Hace falta voluntad política y generosidad en el conjunto del independentismo para hacer este acuerdo de legislatura posible", ha dicho Sànchez, que ha pedido "trabajar incansablemente" hasta alcanzarlo.

Sànchez ha insistido en que el hecho de que el independentismo haya superado el 50 % de los votos en las pasadas elecciones debe tener "consecuencias políticas" que permitan formar un Estado en forma de república.

Este objetivo, ha dicho, "sólo será posible desde la unidad estratégica de los principales actores políticos y sociales" del independentismo.

Asimismo, ha reivindicado el papel del Consejo por la República para "definir el camino hacia el embate democrático con el Estado", después de que ERC y la CUP hayan pactado crear un nuevo espacio de coordinación independentista.

Por otro lado, Sànchez ha reclamado que sea el futuro Govern quien lidere la gestión de los fondos europeos de recuperación para la pandemia de coronavirus.

Asimismo, ha apuntado que será "indispensable preservar la inmersión lingüística" y "blindarla" como una "herramienta de cohesión y convivencia". 

Pacto ERC-CUP

Por su parte, ERC y la CUP han pactado de forma bilateral los grandes ejes programáticos y estratégicos del nuevo Govern, pero JxCat ve con enormes reticencias diversos aspectos de este preacuerdo y no da por hecho su apoyo a la investidura de Pere Aragonès en el pleno de este próximo viernes.

El preacuerdo entre ERC y la CUP -un documento de 16 páginas que debe ser ratificado este miércoles por las asambleas de la formación anticapitalista- prevé dar cierto margen a la mesa de negociación con el Estado y decidir, en la primera mitad de 2023, si vale la pena mantener el diálogo o es momento de lanzar un "nuevo embate democrático por la autodeterminación".

También contempla crear una "mesa de dirección estratégica" del independentismo -inspirada en el llamado "Estado Mayor" del procés que organizó en la sombra el referéndum unilateral del 1-O-, un espacio de coordinación que colisiona con los intereses de Carles Puigdemont, que encabeza desde Bélgica el denominado Consejo por la República, que según JxCat debería cumplir precisamente esa función.

Además, el preacuerdo incluye un giro a la izquierda en políticas sociales y económicas y prevé que si Aragonès es investido president se someterá a una cuestión de confianza "antes de acabar la primera mitad de 2023", lo que da a la CUP la llave de la gobernabilidad a media legislatura.

Fuentes de JxCat consultadas por Efe han afirmado que este preacuerdo no es aceptable "ni en el fondo ni en la forma".

En JxCat ha causado malestar el hecho de que ERC haya pactado ya las líneas maestras del futuro Govern con un partido que no está previsto que forme parte de él y, en cambio, no haya compartido esos ejes con el socio que, si hay acuerdo, tendrá la vicepresidencia y la mitad de los departamentos del ejecutivo.

Quien ha puesto voz a esos recelos es el conseller de Políticas Digitales y Administración Pública, Jordi Puigneró, cercano a Puigdemont, que ha advertido en SER Catalunya de que el acuerdo de gobierno entre JxCat y ERC está aún "muy verde" y ha enfriado la posibilidad de que Aragonès sea investido este viernes.

Puigneró ha avisado a Aragonès de que JxCat debería ser su "socio preeminente en esta coalición", pero "ERC ha querido primero garantizarse el apoyo" de la CUP, y ha alertado: "Más vale tener un buen acuerdo que un mal gobierno".

Por su parte, en la presentación de la estrategia de vacunación masiva contra la covid, Aragonès ha manifestado su confianza en los equipos negociadores y ha indicado que espera poder tener acuerdos "firmes y suficientes" para formar un gobierno "cuanto antes mejor".

"Cataluña necesita un Govern con todas las funciones porque los retos del país son extraordinarios y necesitan que nos pongamos a trabajar cuanto antes a pleno rendimiento", ha afirmado.

Mientras tanto, la presidenta del Parlament, Laura Borràs, ha iniciado la ronda de consultas con líderes parlamentarios catalanes, que se alargará hasta mañana, antes de proponer el jueves el nombre de un candidato a la investidura para el pleno del viernes.

La portavoz parlamentaria del PSC, Alícia Romero, ha defendido que sea Salvador Illa quien se someta al debate de investidura si el acuerdo entre ERC, la CUP y Junts no está cerrado antes.

La líder de los comunes en el Parlament, Jéssica Albiach, ha anunciado su intención de votar en contra tanto de la investidura de Aragonès como de, llegado el caso, la del candidato socialista.

El presidente del grupo de Ciudadanos, Carlos Carrizosa, ha augurado una legislatura "muy complicada" con "inestabilidad política" en lugar de "recuperación económica" y reconciliación, mientras que el líder del PPC, Alejandro Fernández, ha avanzado que sus tres diputados votarán 'no' a una investidura de Aragonès y ha acusado de "sectarismo" a la presidenta del Parlament, Laura Borràs.

Te puede interesar:

Borràs convocará para el viernes el debate de investidura, pero si el candidato a president no obtiene la mayoría absoluta de apoyos se celebrará una segunda votación dos días más tarde, en la que bastará la mayoría simple.

Fuentes del Parlament consultadas por Efe han indicado que está sobre la mesa la posibilidad de que esta segunda votación, si es necesaria, se celebre el martes -dos días hábiles después de la primera- si bien Borràs aún está recabando la opinión de los grupos y todavía no hay "nada decidido".