Tres años de travesía agónica por los tribunales y una sensación de "desesperación absoluta, de darme contra las paredes, de seguir muerta de miedo. ¿Es que me tienen que matar para que me crean? Aguanté sus vejaciones, su control... Y ahora un juez me quita a mi hijo de cuatro años y me obliga a entregárselo a su padre, que es un mando intermedio de la Policía Local de València, a solas, en su casa. ¿Qué quieren? ¿Que me pegue un tiro? ¿Es eso lo que necesitan". 

La alicantina Itziar Ortega sabe bien lo que es el maltrato. De su primera pareja afirma que «me pegó todo lo que quiso y más». La relación se rompió y ella se quedó con los dos hijos del matrimonio, que hoy tienen 17 y 12 años. Se trasladó desde su Alicante natal a Paterna. No creyó que se repetiría cuando inició una relación con el padre de su tercer hijo, que ahora tiene cuatro años. Fue una relación muy corta, de algo menos de dos años, y terminó el día en que «él empujó a mi hijo mediano y luego a mí y a mi hija mayor cuando intenté llamar por teléfono e irnos de casa».

Asegura que la profesión de él "le ha favorecido", hasta el punto de que incluso presentar la denuncia por violencia de género fue "casi imposible". Su abogado, Emilio González, lo refrenda: "Eso lo viví en primera persona. En la comisaría de Paterna, al enterarse de que era un mando de la Policía Local, nos dijeron que denunciásemos en el juzgado de guardia. Literalmente. Con esa respuesta, nos fuimos al juzgado y nos dijeron que allí no podíamos denunciar y que eso era función de la Policía, así que nos tocó volver a la comisaría. El policía volvió a llamar a su superior y, entonces sí, tomaron la denuncia".

¿Intento de suicidio?

Eso sucedía el 11 de septiembre de 2017, pero Itziar no decidió denunciar hasta enero de 2018. Fue después de que «el padre se llevase al niño durante 17 días» durante los cuales no pudo verlo. A raíz de eso, Itziar se pasó dos días desaparecida hasta que la policía la encontró en su coche. Su expareja mantiene que tomó pastillas para suicidarse. Acabaron interviniendo los Servicios Sociales de Paterna, que le hicieron un seguimiento estrecho durante un año. El informe final concluye que no era una persona en riesgo de suicidio y que atendía perfectamente a sus tres hijos.

El proceso penal por violencia de género siguió su curso y, finalmente, el ex de Itziar fue absuelto en Paterna y, después, en la Audiencia de València. La expareja reactivó entonces el proceso civil para hacerse con la custodia única del menor. El juicio debía haberse celebrado en enero pasado, pero se tuvo que posponer porque el padre presentó un informe de una psicóloga particular -que aconsejaba la custodia compartida y no la única- con muy poca antelación.

El juez de Primera Instancia número 7 de Paterna aplazó hasta marzo la vista y exigió un informe reciente. Para entonces, Itziar ya acumulaba tres informes oficiales favorables: el de los servicios sociales de Paterna, uno del Instituto de Medicina Legal (IML) de València, emitido en julio de 2018 en el marco del proceso por violencia de género; y un tercero del IML de Alicante, dentro de otro proceso civil iniciado por el primer ex de Itziar tras entrar en contacto con el policía local. 

Los informes volvieron a defender la idoneidad de Itziar como madre -el proceso de Alicante mantuvo la custodia de los dos hijos mayores en manos de ella- y todos los psiquiatras y psicólogos concluyeron que no tiene ideas suicidas y que, en todo caso, su abatimiento y depresión están dentro del cuadro habitual de una mujer maltratada.

Abonado por el padre

La solicitud de un nuevo informe al IML de València iba a demorar el proceso civil varios meses más, algo a lo que se negaba el padre alegando el posible «daño irreparable para el niño», así que el juez sugirió solicitar uno a un perito judicial. Y dado que ese servicio no es gratuito, fue el padre quien se prestó a abonarlo. Más de mil euros.

Y es ese informe, emitido por una psicóloga de València, el único en el que se ha basado el juez para finalmente otorgar la custodia única al padre, pese a que la propia fiscal defendió en el juicio la compartida. El informe concluye que lo mejor para el niño es estar con el progenitor por, entre otras razones, la posibilidad futura de que se rompa la relación paterno-filial, que la experta dice detectar a partir de un dibujo de familia del niño en el que se retrata a así mismo, a su madre, a sus dos hermanos mayores y la actual pareja de Itziar como figura masculina. 

Eso lleva a la psicóloga, que en su análisis da por buenas todas las afirmaciones del padre y considera no creíbles todas las de la madre (llega a decir que el test de personalidad de ella carece de validez "al querer dar una imagen positiva de ella misma y estar a la defensiva"), a concluir que "es la madre la que quiere que su hijo prefiera dibujar al ‘papá nene’ (su falso padre [sic]) antes que al auténtico para hacer creer a la profesional que el niño se ha olvidado de su auténtico padre y tiene preferencia hacia su pareja".

Y agrega: "Es un niño muy pequeño y, por ello, altamente influenciable [en referencia a la madre], y el hecho de que la madre pase con él más tiempo que el padre puede ocasionar en el tiempo un daño irreparable en la relación paterno-filial que hay que evitar". Justo el temor que había expuesto el padre ante el juez en enero.

Régimen amplio de visitas

Antes de esta sentencia, se aplicaba el régimen de visitas pautado por el juzgado de violencia de género de Paterna por el que de cada 14 noches, el niño pasaba cinco con el padre. "Casi una custodia compartida", matiza el abogado de Itziar, Emilio González. "Es de los más amplios que he visto en mi carrera como letrado, y nunca se ha incumplido", sostiene.

Aún así, uno de los argumentos esgrimidos por el padre ante la psicóloga, y que la perito no cuestiona, es que estaba muy poco tiempo con el menor. 

También alude la experta a los episodios de intento de suicidio, que da por buenos en contra del criterio de los dos institutos de medicina legal -que examinaron a Itziar en un tiempo mucho más cercano al momento en que sucedieron o pone en entredicho su capacidad de cuidar del menor recogiendo otra de la afirmaciones del padre, que le mostró una foto del niño con 5 meses alegando que estaba delgado porque la madre no quería darle leche materna y otra con la casa en desorden. Y dice: "Si bien estas fotos no conoce la profesional si se corresponden con el niño o con la casa, sí que pueden dar lugar a plantearse si la situación vivida por el padre y sus hijos era así y, sobre todo, si es cierto que la Sra. Ortega no daba a su hijo leche materna y por eso estaba tan delgado en la foto".

Incluso vincula la denuncia por violencia machista -a la que la psicóloga se refiere como ‘VIDO’, violencia doméstica- al interés de la madre por evitar una custodia compartida. Finalmente, en una conclusión de cinco líneas, aboga de preferencia por la custodia en exclusiva para el padre, que ahora ha concedido el juez.

La visita nocturna de la Policía Local de Paterna

El fallo judicial ha sido conocido esta semana. Poco después de las 20.00 horas del martes, Itziar recibió dos mensajes de Whatsapp de su ex. Le recordaba que él había ganado la custodia de su hijo y que ahora tiene una sentencia que cumplir por la que debía entregarle al niño. Solo media hora después, se presentaron en la casa dos agentes de la Policía Local de Paterna. "Fueron muy educados. Es como si no supieran muy bien a qué les habían enviado. Me dijeron que les habían ordenado ir para comprobar el estado de un niño sobre el que hay una sentencia. Vieron que todo estaba correcto y se fueron", explican Itziar y su actual pareja, que desconfía de la razón por la que esos mensajes y la llegada de los agentes se produjeron en un intervalo tan corto de tiempo.