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La guerra de las vacunas: Puig y Ayuso negocian y Feijóo rechaza la compra unilateral

Galicia se alinea con el Gobierno español, que defiende la adquisición centralizada | Madrid y dos autonomías más sondean la importación de los viales rusos

Feijóo rechaza la adquisición de vacunas sin aval comunitario, como la rusa Sputnik.

La escasez de vacunas para el coronavirus y la lentitud con que llegan a España ha terminado por desatar una guerra por los viales. Primero saltó que Madrid negociaba la compra de vacunas a Rusia, y este miércoles se supo que el presidente de la Comunidad Valenciana se reunió con directivos de la farmacéutica Jansen y tras el encuentro anunció dos millones de dosis para los valencianos, que horas después matizó.

Galicia se ha desmarcado de la estrategia del sálvese quien pueda, y no ha sido la única autonomía que ha criticando a las homólogas que se buscan la vida por su cuenta. Sin embargo el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, se ha mostrado comprensivo con las autonomías díscolas y ha abierto la puerta a seguir su estela: “Si no se soluciona el ritmo de vacunación de manera urgente por parte de las autoridades europeas y nacionales, probablemente se multipliquen las posibilidades de que muchas comunidades autónomas de manera unilateral negociemos algo que es fundamental, que es la salud de nuestros administrados”.

Por su parte, el titular de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, rechazó la actuación unilateral de las comunidades. Señaló que hay “dos criterios básicos: no se pueden comprar vacunas que no estén autorizadas por la EMA (Agencia Europea del Medicamento) y hay que informar de cualquier oferta de venta al Consejo Interterritorial de Sanidad”, es decir, al foro donde se reúne el Ministerio de Sanidad y las comunidades.

Feijóo volvió a apostar por la compra centralizada de viales en España y Europa y rechazó adquirir una vacuna, como la Sputnik, que no tiene el aval comunitario.

En sus declaraciones ante los periodistas, también desveló que al Sergas han llegado “laboratorios para ofrecer la compra de vacunas”, pero no se consideró, apuntó.

También intervino la vicepresidenta del Gobierno Carmen Calvo con este aviso a navegantes: “Las decisiones de qué vacunas, con qué criterios sanitarios, qué calendario... corresponden al Consejo Interterritorial y eso está decidido. No le corresponde a ninguna comunidad autónoma a su manera de entender o a su fórmula política de confrontar”.

La polémica al romper el acuerdo para una compra centralizada no solo en España sino con toda Europa obligó a Ximo Puig este miércoles a dar marcha atrás. El presidente valenciano explicó que se había entrevistado con directivos de la farmacéutica para “solicitar la máxima información posible”, pero que “no se negoció la compra de vacunas”. Los dos millones a los que aludió son los que le corresponderían del lote estatal, matizó horas después.

La presidenta de la Comunidad de Madrid también reculó, después que trascendiera que su consejero de Salud se había reunido con representantes de la vacuna rusa en España para sondear la compra de viales.

“Este Gobierno está obligado a aceptar una reunión con las empresas que puedan ayudar en la pandemia. No hemos reservado vacunas”, aseguró Ayuso.

El CEO de Iberatlantic Global Corporation, el gallego Pedro Moruiño, es quien inició contactos con Madrid para la precompra de vacunas, en el caso de que la UE autorice la vacuna rusa. No es la única comunidad con que ha manenido contactos. Hay otras “dos comunidades” con las que se ha reunido y han mostrado ua buena disposición.

Baviera se adelanta y precompra 2,5 millones de Sputnik

La guerra por las vacunas también ha llegado a Alemania. Una región alemana, Baviera, se ha desmacardo del a estrategia de compra centralizada y pretende firmar hoy un pre-acuerpo para comprar 2,5 millones de dosis de la vacuna rusa Sputnik, condicionado a que las autoridades europeas aprueben su uso. Ha habido una “prenegociación” con las autoridades rusas para recibir esos suministros, que quedan supeditados a las decisiones de la Agencia Europea del Medicamento (EMA), indicó el primer ministro del lander, Markus Söder. “Se trata de una opción, insisto. Está supeditada a esa autorización”, explicó Söder, líder de la Unión Socialcristiana de Baviera, partido hermanado con la Unión Cristianodemócrata (CDU) de la canciller Angela Merkel.

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