Felipe VI protagonizará tres visitas a Cataluña en apenas dos semanas con la incógnita de cuál va a ser la postura institucional del nuevo Govern de ERC y Junts hacia la Corona en la etapa de distensión y diálogo que el Gobierno de Pedro Sánchez aspira a abrir con la Generalitat.

El Cercle d'Economía ha invitado al rey a inaugurar en Barcelona su reunión anual el próximo día 16, que clausurará Sánchez dos días después, un foro que se va a centrar en la reconstrucción económica y empresarial ante la grave crisis económica y social.

El 27 y 28 de junio, Felipe VI regresará a la capital catalana para el estreno del Mobile World Congress (MWC), una cita a la que siempre asiste y que el año pasado se canceló en puertas de que estallara la pandemia.

El monarca completará sus desplazamientos, esta vez junto a la reina Letizia y sus hijas, la princesa Leonor y la infanta Sofía, para asistir a la ceremonia de entrega de los premios de la Fundación Princesa de Girona el 1 de julio.

La organización todavía no ha confirmado si la gala volverá a celebrarse en Barcelona, ante las trabas que encuentra para hacerlo en Girona por el rechazo de su consistorio a la figura del rey.

Esta cita, que en 2020 también se suspendió, se comprimirá en una día, cuando en otras ediciones se han desarrollado en dos jornadas.

Ante esta sucesión de visitas, pendientes de la confirmación oficial por parte de la Casa Real, la Generalitat no ha desvelado por ahora cuál será la actitud que adopte el presidente catalán, Pere Aragonès, muy crítico con el monarca desde su anterior etapa en el Govern por su discurso el 3 de octubre de 2017 contra el referéndum ilegal.

"Aún quedan lejos", apuntan fuentes de la Generalitat consultadas por Efe, que añaden que hay margen de tiempo para tomar las decisiones correspondientes.

Aragonès, que tomó posesión el pasado 24 de mayo sin menciones a la Constitución y al rey, busca imprimir un mayor pragmatismo en sus gestos y discursos en relación con su antecesor, Quim Torra, a lo que se une el deseo de abrir una fase nueva en la relación entre la Generalitat y el Gobierno central.

Tras las elecciones del 14 de febrero y la puesta en marcha del nuevo Ejecutivo, el dirigente de ERC pretende desbloquear el diálogo con Sánchez en asuntos como los fondos europeos o la ampliación del aeropuerto barcelonés de El Prat, aunque sin ceder en su meta de volver a convocar un referéndum y "culminar la independencia de Cataluña".

Aun así, en lo que respecta a la Corona, en el espacio independentista sigue habiendo malestar con el jefe del Estado por el papel que desempeñó tras el referéndum unilateral con su discurso de condena.

En junio de 2018, semanas después de haber sido investido president, Torra anunció que a partir de entonces no acudiría a actos organizados por la monarquía y tampoco invitaría a Felipe VI a eventos impulsados por la Generalitat.

Un plante que se ha mantenido hasta ahora y que sólo se suavizó en la apertura del MWC de 2019, aunque Torra se negó a fotografiarse con don Felipe ante el pabellón de España.

La última vez que el rey estuvo en Cataluña fue con Sánchez el pasado 5 de marzo para visitar la fábrica de Seat en Martorell (Barcelona).

"Cataluña es una tierra que representa el espíritu global, audaz y emprendedor que ha de identificarnos con los tiempos de cambio que veremos en el mundo", dijo entonces en catalán el jefe del Estado.

También conocieron juntos la incubadora de empresas de la Zona Franca de Barcelona el 9 de octubre tras la polémica que se suscitó por la decisión del Gobierno de que el monarca no acudiera a la entrega de despachos a los nuevos jueces en la capital catalana para no generar más tensión política.

En ambas ocasiones, ni Aragonés, ni ningún conseller, acompañaron al rey y al jefe del Gobierno.

En diciembre, el entonces vicepresidente en funciones del Govern justificó su rechazo a estar junto al jefe del Estado en que no quería "blanquear" la monarquía y sostener que los Borbones son una "organización criminal".

Desde Junts, mantienen una postura de rechazo al monarca, como evidenció la nueva presidenta del Parlament, Laura Borrás, quien justificó en el rey su ausencia en el acto por el Día de las Fuerzas Armadas hace una semana.

Según Borrás, Felipe VI "alentó la represión" contra los catalanes en su alocución del 3 de octubre y se inclinó por apoyar "ideales pretéritos y antidemocráticos", en vez de cumplir "su función de arbitrar el conflicto".