La pandemia ha cambiado la forma de vida, de pensar y de cuidar la salud, pero el 61,2 por ciento de los españoles cree que cuando se alcance la inmunidad de grupo contra la covid-19 podrá volver a la normalidad y recuperar su vida anterior.

Así lo revela el cuarto estudio del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) 'Efectos y consecuencias del coronavirus', elaborado entre el 14 y el 29 de mayo sobre una muestra de 3.008 entrevistas, que también señala que un 15,2 por ciento no ve factible retomar la vida de antes de la pandemia y un 11,4 por ciento sostiene que no será posible pero solo al principio.

Sobre ese futuro pospandemia, el 15,7 por ciento cree que habrá que seguir tomando medidas y apenas un 4 por ciento confiesa no creer en la vacuna, en la rapidez con la que se ha creado ni en su eficacia.

Sin embargo, además de cambiar hábitos, la pandemia ha acrecentado los miedos.

Un 25,8 por ciento teme poder enfermar o que se agrave alguna enfermedad que ya tenía, a un 28,3 por ciento le inquieta que le ocurra un accidente o algo que le lleve a las urgencias hospitalarias, mientras que para un 23,3 por ciento lo peor es sentirse "aislado socialmente".

En lo que coinciden los encuestados es que la pandemia ha cambiado su estilo de vida.

El 69,2 por ciento considera que lo ha hecho "mucho o bastante" sobre todo en lo que tiene que ver con las limitaciones de movilidad y la reducción de actividad social y un 49,9 por ciento admite que, incluso, ha variado su manera de pensar.

Un 21,4 por ciento ha aprendido con la pandemia a "valorar otras cosas (lo que se tiene, lo que es importante, la vida, la familia y la salud)".

Según el estudio del CIS, a un 11,4 por ciento la pandemia le ha abierto los ojos respecto a la "fragilidad de la vida" y le ha avivado la necesidad de "vivir el momento, el presente".

Y otro 11,9 por ciento ha aprendido a adaptarse a otros hábitos y a "comportamientos más precavidos".

Los encuestados coinciden en que la pandemia también ha traído una drástica disminución de las actividades sociales, el ocio y los viajes y ha repercutido en cambios en el aspecto emocional (soledad, tristeza, miedo, aislamiento, pérdida de seres queridos).

Pero, una de las cosas beneficiosas que ha aportado es la capacidad de cuidar la salud.

El 33,8 por ciento reconoce que ha incorporado a su vida medidas higiénicas como la mascarilla, la limpieza desinfectante o la ventilación y un 25,2 por ciento admite que se cuida más, ha cambiado de hábitos en alimentación y ha incluido el deporte en sus rutinas.

Un 21,9 por ciento ha incorporado medidas de protección adicionales. De ese porcentaje, un 24 por ciento desinfecta objetos en casa y en el trabajo, un 17,4 por ciento se descalza o deja los zapatos fuera al entrar en su vivienda y un 15,7 por ciento utiliza guantes, gafas, gorros, pantallas y batas de protección.

Además, el 13,9 por ciento desinfecta su ropa y lava a altas temperaturas, un 13,5 por ciento evita lugares cerrados y un porcentaje similar extrema la ventilación cruzada en casa y en el lugar de trabajo.

Algunos también adoptan medidas más compulsivas como usar gel hidroalcohólico cada vez que tocan un objeto, conducta que admite el 35 por ciento de los encuestados.

Los españoles también han aprendido a organizar mejor su tiempo para no aburrirse, según dice un 50,4 por ciento y un 31,7 por ciento ha descubierto aficiones que nunca había probado y ahora le gustan.

Un 57,5 por ciento ha disfrutado más de aficiones lúdicas con su familia y un abrumador 80 por ciento se ha interesado más "por la gente que le importa, y por si se encuentra bien física y emocionalmente".